Real Sociedad se lleva la Copa del Rey 2020

Se había hecho esperar una final entre Athletic de Bilbao y Real Sociedad, tanto que nunca se había visto. 34 años después de la última vez que lo hiciera, el equipo txuri urdin ha levantado la Copa del Rey tras imponerse a su eterno rival con un solitario gol de Mikel Oyarzabal, anotado desde el punto de penalti. Suma en La Cartuja su segundo entorchado copero.

La final arrancó por fin, un año después, con el planteamiento que se esperaba desde entonces. El equipo blanquiazul quería la pelota y al equipo rojiblanco no le importaba en absoluto no tener el balón.

Una invitada que nadie esperaba que apareciera —salvo los habituales nazarenos de la Semana Santa sevillana— era la lluvia. El agua no solo actuó como un atrezzo idóneo para un derbi vasco, sino que influyó en el juego y condicionó la representación.

La humedad no caló asta los huesos, pero sí llegó al subconsciente. A los 22 jugadores les entró el miedo, el temor a recibir un gol. El miedo a perder la inédita final entre bilbaínos y donostiarras.

Íñigo Martínez, el VAR y Oyarzabal; factores diferenciales

Es por eso que la mejor ocasión de toda la primera mitad la protagonizó en el minuto 31 un central que es zurdo cerrado, Íñigo Martínez, con un disparo lejano y con su pierna derecha. El lanzamiento lo despejó Remiro.

El central del Athletic, salido de la Real Sociedad mediante el pago de su cláusula, se convertiría en el protagonista de la segunda parte, y por ende del partido. En la primera jugada hubo que recurrir al VAR para saber si era penalti o falta una jugada en la el esférico se estrellaba en la mano del defensor cuando se fue al suelo para taponar el centro lateral.

En el minuto 57, otra vez los mismos actores: Martínez, el árbitro y el VAR. Esta vez se había llevado por delante a Portu cuando encaraba a Unai Simón y el colegiado había indicado penalti y expulsión. La tecnología ayudó al trencilla a rectificar y devolver al jugador rojiblanco al césped.

La pena máxima se mantuvo, era indiscutible. Y Oyarzabal no perdonó. Se ponía por delante a la Real Sociedad. Quedaba por delante media hora y un presumible más que largo descuento.

El penalti, el irse y volver de su jugador y, por encima de todo, el mazazo del gol en contra dejó muy tocado al Athletic. Fueron incapaces de reaccionar los de Marcelino. Nada parecido a la imagen que mostraron en ese mismo escenario hace unos meses para llevarse la Supercopa.

No hubo más batalla en ese tiempo hasta el minuto 98. Los donostiarras se llevaban la gloria y los bilbaínos la decepción y la obligación de levantar la cabeza para tratar de resarcirse en dos semanas en una situación casi idéntica. Se las verá con el FC Barcelona en la final de la Copa del Rey 2021.