Real Madrid pasa a cuartos de final de la Copa del Rey

El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Copa del Rey tras batir al Zaragoza en un plácido y efectivo partido en La Romareda para el equipo de Zidane. Los goles de Varane, Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema solventaron una eliminatoria dominada por el Madrid. Luis Suárez y Álex Blanco espolearon en la segunda mitad a un Zaragoza espeso que apenas tuvo el balón. Solo Kagawa y el delantero colombiano pusieron en apuros a un Areola muy solvente. El sorteo de este viernes determinará el cruce de los cuartos de final.

Ha establecido el Real Madrid su velocidad de crucero y es complicado detenerle. Puede que no deslumbre, pero maneja los partidos con la autoridad de quien se siente fuerte. Muy fuerte. En seis minutos rompió el duelo de La Romareda y poco después de la media hora tenía la eliminatoria resuelta. Por goles y por control del juego. Y en ese apartado, Toni Kroos es determinante. El alemán sirvió los dos tantos que rompieron el duelo con hambre y precisión, signos de este equipo sólido que ha edificado Zidane.

No sufrió mucho el Madrid, más por mérito propio que por errores ajenos. El Zaragoza es un grande que, por circunstancias, lleva demasiado tiempo en el purgatorio de Segunda. Lo recordó la afición maña, convirtiendo La Romareda en esa bombonera infernal que tantos disgustos dio al Madrid en el pasado. Con Víctor Fernández en la banda, otro guiño a la época más gloriosa, los maños acusaron las rotaciones por el duelo del domingo ante el Cádiz (sólo cuatro titulares) y la superioridad táctica y física de su rival.

Como ya es costumbre, fue un defensa quien desbloqueó al Madrid. Sus delanteros, Jovic y Vinícius suman tres goles en el ejercicio, así que en un centro de Kroos desde el lateral del área tuvo que irrumpir Varane para hacer el trabajo de un ariete. Conste que intentó taconear Vini, pero no tocó la bola. El tanto relajó algo al grupo de Zidane y reaccionó el Zaragoza, comandado por Kagawa y Soro. El japonés, con experiencia Champions, dibujó sus mejores minutos como blanquillo, obligando a un paradón de Areola, superado el minuto 20. El canterano, fichado por el Madrid, exhibió su control del balón en un par de salidas de mérito.

Tuvo un ratito de algarabía el estadio zaragocista, que masticó el empate. Pero uno de los signos reconocibles de este Madrid tan solidario es la presión tras pérdida. Kroos detectó una salida con duda de Linares, robó en el borde del área e invitó a Lucas a matar el partido. El diestro facturó con la diestra a la red, decretando el mayor periodo de control blanco. Hasta el descanso, la pelota fue visitante. Eso sí, sin profundidad.

En el tono firme del Madrid flaqueó esta vez Jovic. Los síntomas de sintonía que ofreció en la Supercopa se desvanecieron en Copa, ausente del juego. No le llegó mucho. Tampoco lo buscó. Mientras, el Zaragoza aprovechó el descanso para estirarse el traje y encender al graderío. Empezó a rondar el área por el sector de Marcelo, fiel a su costumbre. Generoso con el contrario en su sector. Además, Víctor metió a Luis Suárez para añadir picante. Delantero potente y con instinto, no pudo apretar la eliminatoria por dos motivos. El primero, Vinícius anotó su mejor tanto como madridista, desmintiendo a quienes dudamos de su temple cara a portería. El segundo, Areola le sacó un pie milagroso en un mano a mano servido por Kagawa, brillante e irregular como en sus buenos tiempos.

La seriedad del Madrid fue evidente en el tramo final. Entraron Brahim y Benzema y ayudaron a meter una marcha más. Ambos intervinieron en el cuarto, en estrecha colaboración con Carvajal, en un jugadón de tiralíneas. El 0-4 sacó la grandeza de La Romareda: «Volveremos», gritó la grada. Más pronto que tarde. Quién sabe si el duelo copero no fue más que un ensayo para lo ha de venir el año próximo. De momento, el Madrid está en cuartos de Copa con el uniforme de las grandes noches, el de equipo fiable y sólido.