Real Madrid pasa a cuartos de final de la Champions

Sergio ramos y Lucas vásquez celebran gol en Champions

El Real Madrid ha lucido muy bien en todas sus líneas y ha derrotado 3-1 al Atalanta (4-1) en global con lo que ha resuelto su pase a cuartos de final de la UEFA Champions League.

Con goles de Benzema, Ramos y Asencio por el Madrid, el colombiano Muriel con una gran definición de tiro libre colocaba el descuento por Atalanta.

El Real Madrid más sólido de la temporada se ganó a pulso su pase a cuartos de final. El dominio de partido de Modric, el mando de Sergio Ramos y la explosión de VInícius con espacios capitanearon una notable actuación global donde nadie desentonó, desactivando un inicio temible de la Atalanta. Los italianos pagaron su osadía ante un equipo que rescató su versión europea. La más clásica. ¿Será suficiente ante rivales de mayor potencial? El equipo de Zidane se ha ganado crédito para lo que haya de venir.

La victoria incontestable no tuvo un buen comienzo. El primer cuarto de hora retrató los terrores favoritos del Madrid desde Kiev. Un rival atrevido, con marcajes individuales a todo campo, capaz de proyectar a sus centrales como extremos, asfixió a los blancos en la salida, obligando a pelotazos de Courtois muy fáciles de defender. A los tres minutos llegó el primer susto, una caída de Muriel a banda izquierda que el ariete convirtió en un centro espléndido a Gosens. Suerte que el alemán no conectó bien el remate, a las manos de Courtois. Es cierto que no hubo más oportunidades claras, pero la sensación de ahogo fue evidente. Afortunadamente, no duró mucho.

La primera posesión larga reforzó al Madrid. Con Valverde sobre la banda derecha, pendiente de Gosens y De Roon, y un doble pivote formado por Kroos y Modric, el equipo empezó por respirar con la pelota y entendió la ventaja de las marcas italianas: rebasar a un rival generaba superioridad en cada ataque. Lo entendió primero Vinícius, que tanteó y rebasó a Djimsiti en un par de internadas. Aunque no encontró rematador, abrió la vía decisiva.

Creció Modric en todos los sentidos. Fue un gigante en la distribución, en la ayuad a la defensa, donde Ramos exhibía esa jerarquía que tanto se echó en falta frente a Ajax y City. Al situarse tan retrasado se perdía el último pase del croata tan decisivo. Se lo fabricó solito al acudir a la presión en una salida de Sportiello, interceptar el pase defectuoso del portero y servir el tanto en bandeja a Benzema, eludiendo a Romero. Un gol de oro.

El marcador impactó con toda su lógica en ambos equipos. La Dea dudó y dejó de perseguir a los blancos, especialmente los defensores. Pareció como si Mendy tuviera libertad para aparecer en cualquier sector. De repente aparecía como medio centro o como ariete. Imprevisible. Con más criterio sorprendió Nacho en cada robo, saliendo a campo abierto. Jugadorazo.

Gasperini no es un hombre que especule jamás, y menos con marcador en contra. Metió a Zapata tras el descanso para multiplicar la presencia en ataque. Sólo consiguió descubrirse más en su cobertura por el tremendo trabajo defensivo de los centrales blancos. Con la Dea volcada, Vinícius brilló en plan estrella. Ayudó en una recuperación en el lateral zurdo, lanzó la contra, Mendy le sirvió un pase exquisito al hueco y el brasileño hizo casi todo bien. Midió a los centrales, bailó entre ellos y se quedó solo ante Sportiello. Cruzó el remate, que se le fue cruzado. Una lástima, porque la jugadón fue monumental. En la siguiente reventó a Toloi, que le tiró dos faltas y en la segunda cometió penalti. Ramos transformó con su eficacia habitual.

Tan grosero vio el error de Toloi que Gasperini le sustituyó por Palomino. Zidane también relevó a su capitán, pero el efecto fue contrario. Creció la Atalanta, menguó el Madrid, que demostró la importancia capital del sevillano. En el primer desajuste entre Militao y Varane filtró Malinovskyi para Zapata que se revolvió y golpeó con violencia. Courtois lució colocación. En la segunda del colombiano, tras deshacerse de Varane, el belga se hizo enorme para tapar el mano a mano.

Fue el único rato que la Atalanta mostró su potencial. Llegó fácil, aunque consintiera contras blancas. Benzema cabeceó una al larguero. En el intercambio de golpes acertó Muriel en un golpe franco directo a la escuadra, pero el susto duró dos minutos. Entró Asensio en el campo y en el primer contragolpe recibió de Lucas y colocó junto al palo por el ángulo más corto. Duelo sentenciado con una autoridad inesperada. Al Madrid le viene de perlas sentirse poderoso ante lo que pueda caer en cuartos. Quedan pocos chollos en el horizonte.