Muere de cáncer Flip Saunders, entrenador de los Timberwolves, a los 60 años

El entrenador de los Timberwolves de Minnesota, Flip Saunders, murió hoy de cáncer a la edad de 60 años, después de perder la batalla contra el linfoma Hodgkin que le fue descubierto a comienzos del pasado .

Saunders, que había dicho que su condición era tratable y con altas posibilidades de curación, comenzó a ser tratado el pasado agosto, pero sufrió una recaída y tuvo que volver a ser internado durante el mes de septiembre.

El viernes, el dueño de los Timberwolves, Glen Taylor, confirmó que Saunders no volvería en toda la temporada con el , y que su puesto sería ocupado por Sam Mitchell como entrenador interino.

Saunders, que también tenía el cargo de presidente de operaciones y acciones con el equipo, consiguió 1.000 victorias en los 35 años que estuvo como entrenador.

Dentro de la NBA entrenó durante 17 temporadas a los Timberwolves por dos veces, Pistons de Detroit y Wizards de Washington para conseguir 654 triunfos combinados y 592 derrotas.

Saunders debutó en la NBA como primer entrenador de los Timberwolves, en 1996, y los llevó por ocho temporadas consecutivas a disputar la fase final.

Su de juego ofensivo le hizo especializarse en los bases y escoltas, él fue quien le renovó el contrato al español Ricky Rubio, pero el jugador que ha tenido más impacto en la NBA bajo su dirección ha sido el ala-pívot Kevin Garnett al que los Timberwolves seleccionaron como colegial en 1995, sin que pasase por la universidad.

Bajo la dirección de Saunders, Garnett se convirtió en uno de los mejores jugadores altos de la NBA, que en el 2004 ganó el premio de Más Valioso (MVP) de la liga.

Después de ser despedido por los Timberwolves, en el 2005, la siguiente temporada, Saunders firmó con los Pistons a los que llevó por tres temporadas seguidas a las Finales de la Conferencia Este.

Tras dejar a los Pistons firmó con los Wizards, donde permaneció otras tres temporadas y en el 2013 regresó a la organización de los Timberwolves como presidente de operaciones y accionistas.

Ahora se encontraba en el proceso de reconstrucción del equipo tras el traspaso del ala-pívot Kevin Love a los Cavaliers de Cleveland, que les dieron a cambio al Novato del Año de la pasada temporada, el alero canadiense Andrew Wiggins.

Junto a Saunders había vuelto también Garnett para ser el mentor de los nuevos valores que hay dentro del equipo, el último el ala-pívot de origen dominicano Karl-Anthony Towns, seleccionado con el número uno en el pasado sorteo universitario.

También trabajaba en la construcción de nuevas instalaciones de entrenamiento del equipo y en la renovación del Target Center, el campo de los Timberwolves.

Los equipos que dirigió en la NBA ganaron 50 o más partidos en siete ocasiones, incluidos los 64 triunfos que lograron los Pistons en la del 2005-06, que fue marca.

Saunders dirigió dos veces a los equipos en el Partido de las Estrellas y llevó a la selección de Estados Unidos a la medalla de oro en los Juegos de la Buena Voluntad en el 2001.

Un nativo de Cleveland, jugó también al baloncesto con la Universidad de Minnesota, donde tuvo de compañeros a figuras de la NBA como Mychal Thompson, Ray Williams y Kevin McHale, que fue el que lo contrató como entrenador de los Timberwolves.

Como entrenador comenzó su carrera en el Golden Valley Lutheran College, en St. Paul (Minnesota), en 1977, y pasó a dirigir en la CBA, con el equipo de La Crosse Catbirds a los que guió a dos títulos de campeones.

Saunders estaba casado con cuatro hijos, incluido Ryan, que actualmente es entrenador asistente de los Timberwolves.

Las reacciones al fallecimiento de Saunders no se han hecho esperar en el mundo de la NBA y el alero LeBron James, de los Cavaliers, a través de su Twitter mandó las condolencias a la familia del fallecido, al que califica de «gran persona» y destaca que su pérdida es algo muy triste para la familia del baloncesto.

Por su parte, Love, ahora compañero de LeBron, también a través de Twitter alabó la gran clase de Saunders tanto profesional como humana.

EFE