EL GRANADA HACE HISTORIA Y SE METE EN LA FASE FINAL DE LA EUROPA LEAGUE!! El conjunto nazarí se impuso por 1-3 al Malmoe, que no había recibido ni un gol en sus tres partidos anteriores en la competición, y estará en el bombo de la fase de grupos por primera vez en su historia. Machís, Puertas (que fue el mejor) y Herrera marcaron. Berget llegó a empatar para los suecos, pero les valió de poco. ¡¡GRANDE GRANADA!!
No se amedrentó el Granada ante el pedigrí europeo del Malmo, y desde el pitido inicial mostró su personalidad sobre el césped del Swedbank Stadium, gobernando el encuentro a pesar de la trascendencia del mismo. El Malmo no tardó en atrincherarse sobre su área, buscando su oportunidad con desplazamientos en largo que las defensas anti aéreas rojiblancas desactivaron con solvencia.
Sin perder la paciencia, el cuadro andaluz siguió percutiendo contra el muro celeste, convencido de encontrar un resquicio que apareció al filo de la media hora. Puertas quebró la defensa sueca con una gran acción individual que culminó sirviéndole el gol en bandeja a Machís, que remató a placer para rubricar el 0-1.
El tanto encajado actuó como despertador para el Malmo, que se estiró generando la primera ocasión de peligro que desbarató Rui Silva, decisivo con sus intervenciones una vez más. El Granada no tardó en sofocar el intento de reacción local y volvió a adueñarse del balón. Con la situación aparentemente controlada, el cuadro escandinavo aprovechó un saque de banda para que Berget lograse el empate tras una jugada desafortunada poco antes del descanso.
A las puertas del sueño
El Granada digirió con premura el golpe recibido, y salió de los vestuarios con la intención de volver a tomar la batuta. Los andaluces apretaron el acelerador y volvieron a adelantarse por medio de Puertas, que cazó un balón que se paseó por el área hasta llegar a sus botas, un regalo que no desaprovechó para marcar el 1-2.
El Malmo intentó tímidamente reaccionar, pero la zaga del Granada se mostró firme. Los minutos pasaban y los rojiblancos ya vislumbraban la meta, un objetivo que se materializó con el tercer tanto, que sellaba el triunfo y hacía realidad el sueño.