Los Tiburones de La Guaira comienzan la Serie del Caribe dando ‘Jaque al Rey’

En los planes del mánager Oswaldo Guillén no estaba darle la pelota a Miguel Moreno para el primer encuentro de la Serie del Caribe. Alguna intuición le hizo cambiar de opinión y el cubano no defraudó, dominó durante 5.1 innings a la poderosa artillería de los Tigres del Licey (República Dominicana) y guió a los Tiburones de La Guaira a un triunfo 3-1, para iniciar con el pie derecho el certamen caribeño.

El cubano, victorioso en la jornada inaugural, volvió al montículo un mes después –su última salida había sido el 3 de enero ante Cardenales en el inicio del Round Robin-, tras superar molestias en el brazo de lanzar y lo hizo de la mejor manera, necesitando únicamente 60 lanzamientos para maniatar a los quisqueyanos y minimizarlos a sólo tres imparables y una carrera limpia.

“Miguel (Moreno) no estaba pautado para abrir hoy, le dimos la pelota y nos regaló un excelente juego”, comentó Guillen. “Teníamos un plan de trabajo con él (Moreno), ya que tenía un mes que no lanzaba, además que el bullpen es una de nuestras fortalezas”, continuó.

Los Tiburones abrieron la pizarra en el tercer acto. Ramón Flores y Leonardo Reginatto ligaron sencillos, Ehire Adrianza se sacrificó con un toque de pelota y le dejó la escena servida a Alexi Amarista, que sonó imparable al jardín derecho para estrenar el marcador.

Un viejo conocido en la LVBP, Raúl Valdez fue el encargado de subir al montículo por República Dominicana. El zurdo trabajó 4.1 entradas de una carrera para cargar con la derrota.

Flores, quien comienza a rendir frutos en su condición de refuerzo, con imparable al bosque central colocaría el juego 2-0, en el sexto inning.

“Este es un equipo balanceado que sabe hacer las pequeñas cosas, trabajamos y armamos el mejor lineup posible para buscar el objetivo (de ganar)”, agregó Guillén.

Tras el trabajo de Moreno, Ozzie echó mano de su bullpen, le dio la pelota a Thiago Da Silva, quien, tras titubear, aceptando indiscutibles de Emilio Bonifacio y Gustavo Núñez, dominó a Robinson Canó con elevado al centro, pero no evitaría la primera y única carrera del Licey en el encuentro. Jorgan Cavanerio tomó la pelota y sacó el último out de esa entrada, con rodado de Ramón Hernández por la tercera base, al guante de Hernán Pérez.

El cubano Yasiel Puig, tras el primer lanzamiento de J. C. Mejía, en el turno, devolvió la pelota a 107.6 millas por hora por todo el jardín izquierdo para sumar una más a la causa de la novena venezolana. La esférica recorrió 406 pies de distancia.

“Este muchacho (Puig) tiene un potencial enorme, estoy seguro que al menos superior al 70% de los jugadores de la Liga Americana, que es la que más veo ¿No me creen? Que alguien le dé la oportunidad para que vea que no miento”, soltó Guillén alabando el buen momento del antillano.

Venezuela descansará en la jornada del viernes y se medirá el sábado a Curazao a las 10:30 am.

La ofensiva liceísta no tuvo muchas oportunidades y ligó de 3-1 con corredores en posición de anotar.

“Siempre buscamos la mezcla de bateo, defensa y pitcheo. Esta vez no conseguimos el batazo oportuno”, destacó Gilbert Gómez, estratega dominicano. “Haremos ajustes para el próximo juego (vs Nicaragua, el viernes). Vamos a buscar la mayor cantidad de información de nuestro rival para encontrar la forma de ganar el partido”.

GUILLÉN RESTÓ IMPORTANCIA A DESAGRADABLE INCIDENTE

Oswaldo Guillén aprovechó la rueda de prensa para restarle importancia a un incidente que vivió junto a su esposa Ibis, cuando trataba de ingresar a las instalaciones del lonDepot park, hogar de los Marlins de Miami en las Grandes Ligas y sede del clásico caribeño.

“Esto es una Serie del Caribe. Es un evento de pelota latina. Hubo una confusión grande. Aún no teníamos credencial. Nos han negado visas, hemos esperado mucho rato por las credenciales. La gente de los Tiburones, ha estado lidiando también con el tema de las entradas”, contó el timonel venezolano.

Previo al debut del campeón venezolano ante los Tigres del Licey, Guillén esperó más de lo normal para acceder a su destino final: El clubhouse del equipo visitante.

“El tema es que aún no tenía una credencial. Pero venía dispuesto a hacer las cosas de la mejor manera y siempre me toca en donde no es», adelantó. “El señor (de seguridad) me dijo que era de Major League Baseball. No sé quién es. Tengo muchos años en el beisbol. Generalmente así pasa en las Series del Caribe, podría pasar en cualquier país en donde se juegue”.

El estratega no le gustó el trato recibido por la seguridad, ya que se encontraba en compañía de su esposa. “Más que todo fue la falta de respeto hacia una dama”, sentenció.

Guillen regresó al parque en la cual dirigió en el 2012. En aquella ocasión fue cesanteado al finalizar la temporada, aunque aún le restaban 2 años de contrato. El detonante fueron unos comentarios relacionados con el desaparecido Fidel Castro, que incomodaron a la enorme comunidad cubana en Miami.

“Agradezco a todas esas personas que me ayudaron (a entrar). Qué mejor credencial que un bolso para jugar beisbol. Realmente, he tenido mala suerte en esta ciudad, increíble”, se despidió.