Un tiro libre magistralmente cobrado por Iago Aspas logró un empate a dos con un FC Barcelona que pincha en el camino al liderato.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Que el Barça iba a pinchar en estos partidos era algo que se veía venir hace tiempo. En Mallorca nos engañó y parecía que estábamos ante un equipo con una versión mejorada, pero analizando ese partido a toro pasado hay que decir que quizás marcar el 0-1 al minuto de juego fue decisivo para maquillar sus carencias. El choque ante el Leganés no hubo por donde pillarlo y ganó como ganó. El Sevilla era un rival complicado y no se puede considerar un pinchazo ese empate aunque su juego dejó mucho que desear.
Ante el Athletic estuvo a punto de ceder un nuevo empate, pero le salvó una jugada aislada. Y en Vigo se pinchó el globo de Setién pese a realizar una aceptable partido, el mejor desde la vuelta. Regresó del parón con dos puntos de ventaja sobre el Madrid y ahora pueden quedarse a dos de los blancos si los de Zidane ganan al colista Espanyol.
El ruido de fondo que acompaña al equipo tampoco es que ayude mucho. La preocupación por cuadrar cuentas e intentar soltar lastre en la plantilla es una bomba para ese vestuario. Medio equipo está en venta -Arthur ya tiene un pie en Turín-, el técnico que prometió que sus equipos siempre juegan bien no lo está consiguiendo en Barcelona y se queda sin tiempo, unas elecciones en el horizonte con varios posibles candidatos, la base del once inicial supera la treintena… Son problemas muy difíciles de solventar en poco tiempo. Todo eso suma y en el juego se nota. El Celta le hizo muchas ocasiones dejando claro también que la defensa, su gran aliado los últimos partidos, también falló. Tienen opción de dos títulos pero jugando así no van a ganar nada.
La mejoría azulgrana en la primera mitad llegó gracias, entre otras cosas, a la presencia en el once de Riqui Puig y de un Ansu Fati que está sacando del once a Griezmann. Algo preocupante para el francés. Los de Setién buscaron más las bandas donde Semedo estuvo muy activo pero la diferencia la marcó Messi. Estrenó sus 33 años con un gran partido dando las dos asistencias de gol. La genialidad del argentino es el comodín que utiliza el equipo para desatascar encuentros. En Balaídos lo hizo en el minuto 18 gracias a una falta de Araújo sobre Arturo Vidal al borde del área. Leo colocaba el balón para el disparo al tiempo que el Celta preparaba su estrategia de defensa. Los vigueses colocaron a dos jugadores en los postes para proteger los ángulos del portero. Pero esa estrategia tenía su peligro ya que varios jugadores del Barcelona se posicionaron en al área pequeña. Messi analizó la escena y optó por poner el balón en la cabeza de un Luis Suárez libre de marca en lugar de disparar y el uruguayo se reencontró con el gol cinco meses después.
El Celta llegaba al partido después de dos victorias seguidas y lleno de moral. No lo hizo nada mal en la primera parte aunque dos pesos pesado como Murillo y Rafinha se quedaron en el banquillo. El martes juegan los vigueses un duelo decisivo en Mallorca y Óscar García dosificó esfuerzos. Pese a que el Barçá pudo adelantarse a los cinco minutos con un cabezazo al larguero de Piqué a la salida de un córner, las mejores ocasiones fueron viguesas gracias a rápidas contras propiciadas por Okay y Denis Suárez. Su mejor ocasión también acabó en el poste tras un desvío de Ter Stegen a un remate de Brais Méndez. La falta de entendimiento en los últimos metros entre Aspas y Smolov en un par de llegadas propició que los gallegos se fueran al descanso perdiendo.
El inicio de la segunda parte resultó trepidante. El Celta consiguió empatar en su primera llegada y le entraron los nervios al Barça. Una internada de Okay acabó con un pase de la muerte para que Smolov marcara a placer. El gol supuso un incentivo para los locales que dieron un paso al frente restando posesión a los de Setién. Óscar García se la jugó con un triple cambio sacando a Bradaric, Rafinha y Nolito. Pero la jugada no le salió bien de inicio a los gallegos ya que Luis Suárez volvió a marcar tras recibir un pase de Messi. El uruguayo se dio la vuelta en el área a la perfección tras recibir el balón y cruzó el balón donde era imposible que llegara Rubén Blanco.
El fallo de Nolito
El partido recuperó la imagen de la primera mitad con un Barça más controlador aunque el Celta seguía llegando con mucho peligro. Nolito tuvo el empate el en minuto 79 con un disparo ajustado desde dentro del área pero la manopla de Ter Stegen salvó momentáneamente el liderato del Barcelona. El meta alemán es de los que suma puntos, pero a falta de dos minutos no pudo evitar el empate final del Celta al ejecutar Iago Aspas a la perfección una falta en la que está mal colocada la barrera. Y pudo ser peor ya que Nolito tuvo el 3-2 en un remate a placer desde cerca que fue donde estaba Ter Stegen cuando tenía media portería libre. Pinchazo muy serio del Barcelona que puede ver escapar LaLiga si el Real Madrid gana mañana al Espanyol.