La final 100% inglesa de la Liga de Campeones 2020-2021, entre el Manchester City y el Chelsea el sábado en Oporto (19h00 GMT), coronará a uno de los clubes considerados ‘nuevos ricos’ en el fútbol europeo.
Será además un atractivo duelo de estilos, entre el seductor juego colectivo que busca Josep Guardiola con el City y la seriedad y solidez que ha aportado Thomas Tuchel al Chelsea.
El sabor al ‘viejo fútbol’ se percibía ya el viernes en la segunda ciudad portuguesa con la presencia de hinchas procedentes del Reino Unido, que pusieron acento inglés a las terrazas del centro.
En el estadio del Dragón podrá haber un máximo de 16.500 espectadores, de los cuales unos 10.000 serán hinchas británicos, lo que hará recuperar los sonidos, cánticos y el color propio de una gran final, pese a que dos terceras partes del estadio tendrán que estar vacías por las restricciones contra la pandemia del covid-19.
Para el Manchester City, este partido puede permitirle ser el club número 23 en inscribir su nombre en el palmarés del torneo más importante del fútbol europeo.
Cumpliría así el sueño de sus propietarios emiratíes, que desde que llegaron al club en 2008 persiguen con insistencia el objetivo de ganar la Champions.
Los ‘Sky Blues’, campeones esta temporada de la Premier League y de la Copa de la Liga inglesa, pueden devolver además al primer plano a Josep Guardiola, su entrenador desde 2016.
El técnico catalán hizo campeón de Europa al Barcelona en 2009 y 2011, pero en la última década no ha conseguido repetir y ahora puede poner punto final a esa sequía.
El Manchester City brilla desde diciembre y su mecanismo funciona a la perfección.
Kevin De Bruyne, Riyad Mahrez o Ederson conforman el núcleo duro, al que refuerza la eclosión del joven atacante Phil Foden o el defensa portugués Ruben Dias, lo que hace favorito al City para esta final.
«Estoy convencido de que vamos a tener que sufrir para ganar la final», estimó Guardiola el viernes, intentando poner a sus pupilos en guardia.
– La revancha de Tuchel –
«El sábado será un partido con dinámicas. No habrá un equipo que tenga el dominio total durante noventa minutos», señaló.
Guardiola tiene muy presentes las dos recientes derrotas que su City ha encajado contra el Chelsea, una en la Copa de Inglaterra y otra en la Premier League, algo que alimenta la confianza de los londinenses.
«Les hemos vencido siendo valientes, sufriendo juntos, con mucha calidad y convicción», recordó el técnico alemán el viernes. Pidió por lo tanto esos ingredientes para salir victoriosos el sábado en Oporto.
El Chelsea, propiedad desde 2003 del empresario ruso Roman Abramovich, tiene algo menos de presión que el City ya que sí sabe lo que es levantar la ‘Orejona’, ya que conquistó la Liga de Campeones en 2012 en Múnich.
Llega a la final con la etiqueta de ‘outsider’. Fue cuarto en la recién terminada Premier League y este mes perdió ante el Leicester en la final de la Copa de Inglaterra.
En 2012, el italiano Roberto Di Matteo hizo campeón de Europa al Chelsea tras llegar a mitad de temporada al banquillo y Tuchel, que aterrizó en el Chelsea en enero en reemplazo de Frank Lampard, intentará repetir esa experiencia.
El año pasado, Tuchel también estuvo en la final de la Champions, pero cayó entonces ante el París Saint-Germain por 1-0 ante el Bayern de Múnich.
Tuchel empezó esta temporada en el PSG, de donde salió en diciembre.
Ahora puede terminar el curso futbolístico a lo grande en este duelo entre dos de los equipos que en abril formaban parte del proyecto de la Superliga europea pero que pronto dieron marcha atrás y mostraron arrepentimiento.
Se alinearon así de nuevo con la UEFA, la organizadora precisamente de esta Champions, el torneo que puede abrirles la puerta de la gloria este sábado.