Por desgracia para sus intereses, la Selección de Dinamarca se convirtió en una de las principales decepciones durante el pasado Mundial de Catar. Así las cosas, iba a hacer lo indecible con la finalidad de recuperar la confianza en una nueva cita de gran repercusión en la élite del deporte rey. A saber, nos referimos a una Eurocopa 2024 donde está en el grupo de una de las favoritas al título: Inglaterra. Dicho lo cual, las tropas de Kasper Hjulmand se medirían a Eslovenia en el Mercedes-Benz Arena.
Los daneses llevarían claramente la iniciativa a partir de la posesión del esférico, marcando el ritmo de juego, aunque sin oportunidades en los compases iniciales. Aun así, la primera acción con cierta sensación de peligro llegaría en las botas de un Benjamin Sesko que ya ha renovado con el RB Leipzig. De todos modos, el momento cumbre y muy emotivo se produciría con la diana de un Christian Eriksen que abriría la lata (0 – 1). Un centrocampista que ha recuperado la sonrisa después de lo acontecido hace tres veranos.
Eriksen sería el MVP de los primeros 45 minutos, pero el guion cambiaría casi por completo tras el paso por el túnel de vestuarios. Los pupilos de Matjaz Kek se sacudirían la presión, aunque Jan Oblak tuvo que salvar los muebles ante un Rasmus Höjlund que se relamía en boca de gol. Gnezda Cerin no encontraría portería con su cabezazo, al tiempo que el lanzamiento de Sesko se toparía con la madera. No obstante, Eslovenia dejaría a Dinamarca con la miel en los labios merced al acierto, con algo de fortuna, de Erik Janza para sellar las tablas en el choque (1 – 1).