El Sevilla FC irá a su séptima final de la UEFA Europa League al remontar juego ante la Juventus y ganar 2-1 (3-2) el global en la prórroga del partido de vuelta de semifinal.
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Golpe de la Juve y reacción del Sevilla
El Sevilla salió el segundo periodo como si fuese perdiendo. Demasiados riesgos, dejando muy desprotegida su retaguardia, con los retornos de Rakitic y Fernando cada vez más complicados. Rabiot pudo castigar una indecisión de Gudelj de ir a taparle, con un disparo cruzado que se marchó por muy poco. No llegaba Bono. Bremer también pudo anotar en un remate de cabeza a balón parado. No estaba mal el Sevilla, pero el peligro italiano era constante. Allegri sacaba al terreno de juego una nueva pareja de ataque, con Vlahovic y Chiesa. Y el balcánico no tardaría en demostrar su nivel. La Juventus no podía marcar de gran jugada, como las que ya había realizado, sino de un error. Un saque de banda mal ejecutado terminó en pies de Vlahovic, quien chocando con Gudelj y Badé (se estrobaron al taparle), se quedó mano a mano con Bono para batirle picando la pelota. Golpe durísimo para un Sevilla que no encontraba la forma de hincarle el diente a su adversario.
Antes de ese doble cambio en ataque del técnicno italiano, Mendilibar había metido a Suso en el terreno de juego. El gaditano se había recuperado milagrosamente de una rotura muscular. Estaba para media hora. Cada balón que tocaba se le notaba con ganas, muy enchufado. Y cuando más lo necesitaba el Sevilla, un zapatazo de Suso desde la frontal se colaba en la portería juventina. Tocaba empezar de cero. Partido rotísimo. Podía caer para cualquiera de los dos equipos. Suso lo volvía a intentar con un golpe franco lejano que sacaba el portero a córner. Era el momento de balones a Suso. Mientras, la JUve se encarraba buscando más que nunca la contra, que pasase la tormenta. Bryan tuvo un disparo cerca del 90′, en una especie de melé, que sacaba Szczesny con el pie. La mejor la tendría En-Nesyri antes de la prórroga, con un cabezazo a pase de Suso que mandaba el meta polaco a córner. Tocaba irse al tiempo extra. Nervios a flor de piel.
Prórroga decisiva
La Juve ya había realizado cinco permutas; el Sevilla, dos. Y el peso de los minutos se notaba en los locales, aunque no había quien los sacase del campo. Querían dejarse el alma por intentar hacer nuevamente historia. Los italianos tuvieron dos acercamientos peligrosos en los primeros minutos, para Vlahovic y Chiesa. Bono estuvo atento en ambos disparos. Se respiraba máxima tensión. El Sevilla se había empezado a partir en dos. Sin embargo, jugadores como Bryan Gil, que habían hecho un esfuerzo tremendo, siempre se guardan algo. Un centro del de Barbate lo cabeceó Lamela a la red. Explotaba el Sánchez-Pizjuán. Quedaba un mundo por delante, pero la ventaja era andaluza. Ahora debían saber llevar el partido a su terreno. El tiempo pasaba hasta el intermedio entre miedo y saber competir. Le tocaba arriesgar a la Juventus. Mendilibar necesitaba mover su banquillo. Sólo metió a Montiel antes del último arreón.
El sufrimiento se iba incrementando minuto a minuto, con continuis ataques del conjunto bianconero. Chiesa se encontró un balón muerto en el área, que mandó a las nubes por no pararla y golpear. De primeras. Respiraba Nervión. Se empezó a jugar poco y a protestar mucho, tratando de ganar el Sevilla todo el tiempo del mundo. Por un saque de banda tardío le mostraba el colegiado la segunda amarilla de Acuña. Parecía no saber que tenía ya una. Debía pelear con diez cinco minutos más un alargue generoso. Más épica si cabe. Sufrimiento inenarrable en las gradas. Córner tras córner para la Juve. Paredes lanzaba alto desde la frontal. Cada vez quedaba menos tiempo. El colegiado señala el final del encuentro. Rostros de felicidad mezclados con lágrimas. Otra final. El día 31 se cita el Sevilla con la historia.
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