Mientras que un abril y mayo difíciles se transformaban en una segunda mitad histórica, el novato de 20 años de los Cerveceros, Jackson Chourio, empezó a confiar tanto en sí mismo que a veces predecía sus jonrones antes de que ocurrieran. Como el 2 de septiembre contra los Cardenales, cuando — en medio del sexto inning, sin que nadie hubiera puesto un pie en el círculo de espera, y mucho menos en la caja de bateo — el venezolano decidió que los Cerveceros llenarían las bases y él conectaría un grand slam. Y luego sucedió.
Así que no podrías culpar a uno o dos compañeros que miraron hacia Chourio en medio de la octava entrada del Juego 2 de la Serie del Comodín de la Liga Nacional la noche del miércoles, con los Cerveceros perdiendo por una carrera y a seis outs de finalizar su temporada, y Chourio por batear. Esta vez, sin embargo, estaba callado. Los aficionados en el American Family Field que no vestían el azul y negro de los Mets se preparaban para la posibilidad de otra eliminación en primera ronda de la postemporada.
El silencio no duró mucho. Chourio hizo lo que ya había hecho siete innings antes, conectando un cuadrangular a la banda contraria que empató el juego, dándole nueva vida a los Cerveceros en lo que se convirtió en una victoria 5-3 sobre Nueva York, después de que Garrett Mitchell pegara un bambinazo de dos carreras para darles la ventaja y Devin Williams registrara su primer salvado en playoffs.
Los Cerveceros avanzaron así a un decisivo Juego 3 en la serie porque, tal cual un niño en el parque, Chourio no estaba listo para irse a casa.
“Es solo un niño, siempre lo decimos”, dijo el también jardinero Sal Frelick, un “veterano” de 24 años. “Espero que nunca deje de ser un niño, porque es algo realmente especial”.
Chourio es un niño que sigue poniéndose en una compañía asombrosa.
– Con su jonrón como primer bate en la parte baja del primer inning ante el abridor de los Mets, Sean Manaea, después de que Nueva York tomara ventaja 1-0, y otro cuadrangular en la octava ante Phil Maton para empatar el juego 3-3, Chourio se convirtió en el segundo jugador en la historia de las Grandes Ligas en conectar dos cuadrangulares para empatar las acciones en un partido de postemporada, según STATS. El otro fue Babe Ruth en el Juego 4 de la Serie Mundial de 1928.
– Eso no incluye jonrones para tomar la ventaja, así que aquí va esto: Chourio se unió a Evan Longoria de los Rays como los únicos novatos en batear múltiples vuelacercas para empatar o tomar la ventaja en el mismo encuentro de postemporada. Longoria lo hizo en el Juego 1 de la Serie Divisional de la L.A. del 2008.
– Chourio es el segundo novato en la historia de las Mayores en dar un bambinazo para empatar las acciones en el octavo episodio o más tarde en un duelo de postemporada. Derek Jeter lo hizo en el Juego 1 de la SCLA de 1996, la noche en la que un fanático de 12 años llamado Jeffrey Maier tocó la pelota sobre la pared y se convirtió en parte de la historia del béisbol.
– Con 20 años y 205 días, Chourio es el segundo jugador más joven en la historia de la Gran Carpa en tener un desafío de múltiples cuadrangulares en la postemporada. El otro, Andruw Jones, tenía 19 años y 180 días cuando dio dos para los Bravos en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1996.
– Solo cuatro bateadores han jonroneado en los playoffs siendo más jovenes, y todos son nombres muy conocidos: Jones en 1996 con los Bravos, el venezolano Miguel Cabrera en 2003 con los Marlins, y Bryce Harper con los Nacionales y Manny Machado con los Orioles, ambos en 2012.
Y sigue y sigue. Bateando como primer bate, tal como lo hizo en el Día Inaugural contra los Mets en Citi Field, Chourio conectó el primer jonrón abriendo juego para los Cerveceros en la postemporada desde Corey Hart en el Juego 6 de la SCLN de 2011. El encuentro de múltiples cuadrangulares de Chourio fue el primero en la historia de los Cerveceros en playoffs.
Pero el dato histórico que más le importó a Chourio y a los Cerveceros fue este: Antes del miércoles, la franquicia tenía un récord de 0-26 cuando llegaba al octavo inning perdiendo en un juego de postemporada.
Ahora tienen un récord de 1-26, y hay otro desafío la noche del jueves.
“Creo que todavía siento la adrenalina”, reveló dijo Chourio. “Fue un momento muy especial para mí, y es uno que voy a recordar por el resto de mi vida”.
Hay 40,350 fanáticos que pueden decir lo mismo después de una noche en la que los Cerveceros estuvieron perdiendo desde mediados del segundo inning hasta mediados del octavo. El abridor dominicano Francelis “Frankie” Montas fue atacado con contactos duros en las dos primeras entradas y permitió dos rayitas sucias después de perder un tiro suave del primera base Rhys Hoskins en la segunda entrada de los Mets, que les dio la ventaja, recordando un error similar que les costó a los Cerveceros el Juego 1 la noche anterior.
Pero esta vez, los Cerveceros obtuvieron el tipo de relevo brillante que los impulsó durante la temporada regular. Trevor Megill, Joel Payamps, Jared Koenig, Joe Ross y Devin Williams se combinaron para mantener a los Mets en blanco y con solo dos hits en los últimos 5.1 innings. Eso permitió a los Cerveceros reducir la desventaja a 3-2 antes de que Chourio se parara en la caja de bateo contra Maton. El derecho está más que probado en la postemporada, con una efectividad de 0.83 en 20 apariciones con los Guardianes y los Astros. También estaba lanzando por cuarta vez en cinco días.
Cuando Chourio conectó una una recta alta y ligeramente afuera, Maton bajó la cabeza.
“Simplemente es un bateador talentoso”, comentó el relevista. “Hay que quitarse el sombrero”.
Ese talento ha sido evidente por un tiempo, mucho antes de que Chourio se convirtiera en el jugador más joven del béisbol en lograr una campaña 20-20, antes de firmar el contrato de ocho años y US$82 millones en diciembre que estableció un récord para un jugador con cero días de servicio en Grandes Ligas, e incluso antes de ascender al puesto número 2 en la lista de los mejores prospectos de MLB Pipeline.
El manager de los Mets, Carlos Mendoza, recuerda haber visto a Chourio en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional cuando solo era un adolescente. Dijo que recuerda haber preguntado: “¿Quién es este chamo?”.
“Sabía que estábamos en problemas”, dijo Mendoza.