El Eintracht de Fráncfort dejó muy claro al Barça que aún le queda mucho para asomar la cabeza en Europa. Volverá, pero no será esta temporada. El título que tenían más en su mano también se le escapa a los de Xavi y huele a año en blanco.
Los azulgrana han pegado un bajón en las últimas semanas, cuando nadie lo esperaba después de una clara progresión. Se vio en la ida en Alemania -disimulado por el empate final-, se mantuvo ante el Levante -victoria y gracias tras el gol de Luuk de Jong en el 92′- y en la vuelta ante el Eintracht no sólo no mejoró sino que fue a peor. El 2-3 no es real y se queda corto visto lo visto. El Barça está siendo superado por la intensidad del rival en los arranques de los últimos partidos y esa sensación se mantiene con el paso de los minutos. Debe corregirla cuanto antes Xavi si quiere ocupar plaza Champions al final de Liga.
El Barcelona se presentaba ante el Eintracht después de ganar un partido al Levante en el que le pitaron tres penaltis en contra. Imagino que la defensa estaría avisada, pero no era así. Eric García, que hizo uno de los tres pitados ante los granotas, repitió ante los alemanes a los tres minutos de partido. El central catalán agarró del cuello y derribó a Lindstrom tras un forcejeo dentro del área en las mismas narices del árbitro portugués Artur Dias y la pena máxima no la desaprovechó Kostic para poner momentáneamente al Eintracht en las semifinales. Un gol que fue festejado en la grada casi como uno del Barça por los cerca de 20.000 seguidores alemanes presentes. Las vacaciones de Semana Santa jugaron en contra de los azulgranas al equilibrarse las fuerzas en la grada. Gran error del Barça que haya tanta afición rival en un partido tan importante como éste.
El Eintracht mantuvo el mismo planteamiento que anuló al Barça durante una hora en la ida. Presión alta en las posesiones locales y salidas rápidas a la contra con tres o cuatro jugadores que no dejaban jugar con comodidad a los de Xavi. Y se pusieron pronto por delante en el marcador tras el penalti de Eric García. Dembélé en banda derecha era el más activo en ataque, pero la primera ocasión del Barça llegó a balón parado tras una falta de Jordi Alba que acabó con un remate de Araujo que envió Trapp a córner. Gavi, Busquets y Pedri, bien marcados cuando recibían el balón, no podían crear y los delanteros se desesperaban. Los de Glasner controlaban a su antojo y Trapp no tuvo que intervenir apenas. Kostic y Knauff avisaron antes de que Santos Borré marcara el 0-2 con un fuerte derechazo desde fuera del área. Golazo.
Hasta el descanso todo fue coser y cantar para un Eintracht que no podía imaginar un partido tan plácido en el Camp Nou. Jakic y Knauff tuvieron el 0-3 con dos remates desde fuera del área. Se esperaban cambios en la segunda mitad en un Barça superado sobre el césped. Un césped que, por cierto, estaba en mejor estado que el del Deutsche Bank de Frankfurt. Ocho remates visitantes por uno local obligaban a hacer cambios. Pero sólo hubo uno y obligado al entrar Frenkie de Jong por Pedri, que acabó tocado y cojeando la primera parte.
A los dos minutos de la reanudación el Barça tuvo la primera ocasión de verdad del partido. Centro de Dembélé y Aubameyang no llega por centímetros en boca de gol. Un comienzo que albergaba esperanzas de remontada si se ponían pronto 1-2. Y a ello se pusieron en unos buenos minutos de juego, pero quien estuvo a punto de marcar fue Lindstrom tras otra gran contra de los alemanes. Tras esta jugada se produjo un situación insólita al ir el árbitro hacia la banda para una posible revisión en el VAR de una mano en el área alemana, pero lo que fallaba era el pinganillo que le impedía tener contacto con el árbitro de video. Todo quedó en nada. A falta de media hora Xavi sacó a Adama y Dest por Aubameyang y Mingueza. Quería mejorar las bandas dejando a Ferran por el centro.
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Goleador Busquets
Los cambios no afectaron mucho a un Eintracht que seguía sin pasar apuros. Y que sentenciaron el partido con un nuevo gol de Kostic tras pase de Kamada. El serbio aprovechó un malentendido entre Araujo y Dest para batir a Ter Stegen de tiro cruzado. Luuk de Jong, solución en otros partidos, fue otro cambio de Xavi pero era mucho pedirle algo al neerlandés con 0-3 en contra. Y después Memphis, pero ni con ocho delanteros hubiera hecho nada el cuadro local. En el minuto 84 marcó el Barça por mediación de Busquets, pero el VAR lo anuló por un fuera de juego que sí era. Araujo, el mejor delantero en los últimos minutos, tuvo otra ocasión, pero salvó un defensa antes de que en el 91′ Busquets hiciera el 1-3 con un disparo desde lejos. En el último segundo Memphis, de penalti, maquilló el resultado pero el Eintracht fue mucho mejor. Ni se sacó de centro y ahí acabaron las escasas esperanzas del Barça de meterse más en un partido en el que no estuvo nunca gracias al magnífico planteamiento del Eintracht, un digno semifinalista.
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