Derbi madrileño deja un empate 1-1 en La Liga con goles charrúas

Álvaro Rodríguez Real Madrid

Real Madrid y Atlético han protagonizado un derbi madrileño con poco brillo ofensivo, empate 1 a 1 en el Bernabeu goles ambos charrúas de Giménez en el minuto 78 y el empate por los merengues de Álvaro Rodríguez al minuto 85, la expulsión de Correa y la lesión de Reinildo deja saldo negativo en la plantilla del cholo Simeone.

El Atlético salió del Bernabéu recordando quien fue, con un punto de mucho mérito que, además, produce un daño enorme en su eterno rival, quién sabe si irreparable. Se sobrepuso a una expulsión rigurosa de Correa, se adelantó con un cabezazo de Giménez y tuvo el derbi en sus manos. El Madrid no tuvo ni la energía ni el control que lució en Anfield, desperdició el primer tiempo y encontró premio con la entrada del chaval Álvaro Rodríguez, que tiene ángel. Convirtió un gran gol de cabeza para evitar la derrota, aunque un punto es poquísimo por la enorme renta del Barça.

La roja

El cambio no tuvo efecto inmediato. El Madrid fue a más y el Atlético a menos. Cuando el partido se alarga, las piernas de Vinicius son las más resistentes. Pronto le entregó un balón de gol a Benzema, que metió mal el pie en la hora de la verdad. A contracorriente de su carrera, el francés vive un momento más fértil en goles que en juego. Ese acelerón del Madrid fue fugaz y pronto la partida volvió a las tablas, escenificadas en dos disparos lejanos con cierta intención de Griezmann y Valverde.

Ancelotti cambiaba su centro del campo (Camavinga, Tchouameni y Modric) casi al tiempo en que Gil Manzano le mostraba la roja a Correa por un codazo leve a Rüdiger. La finalidad era apartar y no agredir. Una expulsión exagerada no contemplada en el protocolo de intervención del VAR. Una decisión inoportuna cuando no corren tiempos de paz en el arbitraje. El Atlético tardó un segundo en extender su teoría de la conspiración a la redes sociales.

Ni siquiera la expulsión tuvo efecto. El Madrid siguió en tercera y se encontró con un gol en contra a balón parado, la mejor solución para quien se ve en inferioridad. Botó una falta lejana Griezmann y Giménez llegó en el vagón de cola de rematadores para batir de cabeza a Courtois. Un testarazo tremendo clonado por otro de Álvaro Rodríguez poco después. El chaval viene del futuro a toda pastilla. Entonces llegó el toque de corneta, el instrumento preferido del Madrid, que lo deja todo para el final. No le sirvió esta vez. LaLiga ya solo le parece visible en el telescopio.