Cristiano Ronaldo no pasó una noche nada agradable este domingo. Antes de que el Juventus-Milan llegara a la hora de partido, el cuarto árbitro levantaba el cartelón con su número en rojo. Maurizio Sarri decidía que el 7 tenía que abandonar el césped para que entrara Paulo Dybala.
El portugués, al que se le vio tocado, se marchó deprisa y directo al vestuario, sin intención de seguir viendo el partido con sus compañeros en el banquillo. Según informa la prensa italiana, Cristiano se marchó directo a casa y no esperó a ver la victoria de los suyos con gol de Paulo Dybala.
Sarri justificó su salida por una pequeña lesión, lo mismo que le obligó a cambiarle en el partido de Champions frente al Lokomotiv de la semana pasada. «Estaba enfadado porque no está bien, tiene un problema en la rodilla», aseguró el entrenador italiano. reseña AS
Antonio Cassano vivió una situación similar hace años, sin embargo el italiano tuvo que volver a toda prisa al estadio para evitar una sanción de dos años.
“¿Se fue antes del final del partido? Eso no lo puedes hacer, porque luego hay control antidopaje. Yo tuve que volver rápido al estadio para evitar una descalificación de dos años”, explicó Cassano en el programa Tiki Taka. reseña mundo deportivo