Ha sido la de este viernes una mañana muy especial y triste en Valdebebas, todo a cuenta del futuro de Casemiro, lejos de España. El brasileño vive sus últimos momentos en el Real Madrid y lo ha escenificado despidiéndose de sus compañeros, la mayoría enterados previamente de la situación por los medios.
Porque ayer muchos de los futbolistas de actual campeón de Europa no sabían, y tampoco querían creer, que Casemiro se marchaba. El pivote, leyenda de la entidad, no había comentado nada al grueso de la plantilla, que sin embargo, viendo el desarrollo de los acontecimientos en la prensa, se temieron lo peor.
Este viernes Casemiro, como es habitual en él, llegó con una antelación considerable a la Ciudad Real Madrid. La cabeza la tiene en Mánchester, pero eso no le está restando ni un ápice de profesionalidad. Después de reunirse con Ancelotti, en un encuentro en el que quedó claro lo que ocurrirá en las próximas horas, charló con sus colegas.
Fuentes de dentro aseguran que no hubo mucha ceremonia y que el momento se produjo de manera muy informal. Individualmente, en grupitos, el tema se fue tratando con naturalidad y con cara de circunstancias pero sobre todo apoyando a ‘Casemito’. Luego, el centrocampista comenzó la sesión con el grupo… pero no la completó. Lo hizo, hasta alcanzar la hora de ejercicio, al margen, con trabajo específico.
Detalles de la negociación
El mismo se ha producido en torno a los 60 millones de euros fijos más 10 en variables de diferente grado de dificultad, una fórmula muy empleada por el Real Madrid. Desde Inglaterra, al estar obligados, trascenderán los detalles exactos de estas cantidades que dejan a todas las partes notablemente satisfechas.
Por lo tanto, el Real Madrid va a ganar con esta venta un mínimo de unos 47 millones de euros, teniendo en cuenta lo ingresado por su cesión al Oporto y lo invertido previamente en su fichaje y luego en ejercer la opción de recompra para su regreso de Portugal. Tratándose de un futbolista totalmente amortizado en todos los aspectos, y con esa inyección de dinero, el ‘no’ era prácticamente imposible.
También para Casemiro, que venía sintiendo que su ciclo en el Santiago Bernabéu tocaba a su final. En Inglaterra su sueldo se va a aproximar aunque sin alcanzarlo al doble de lo que percibe actualmente. Además, el compromiso será hasta 2026 con posibilidad de ampliar a 2027, mientras que en Concha Espina el vínculo era hasta 2025. Estos factores han sido los más determinantes, por encima de hechos como que el United no dispute la Champions y viva en crisis institucional y deportiva.