El exatleta Carl Lewis llamó este lunes «misógino y racista» al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al explicar los obstáculos que existen para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en su propio país.
«A él no le importa nadie que no sea como él», lamentó Lewis en una conferencia de prensa en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde será el encargado de entregar las medallas de la prueba de los 100 metros lisos.
Lewis, que ganó tres oros olímpicos en salto de longitud y otros dos en los 100 metros lisos, abogó por «crear un ambiente en el mundo donde haya igualdad».
«Hay mucho prejuicio y mucho miedo. Estamos miedosos de dar las mismas oportunidades. Es cierto que muchas mujeres no tienen la misma publicidad, pero debemos entender que no hay ninguna diferencia. Son asuntos que tenemos que enfrentar», afirmó Lewis.
«Si no hubiese tenido una mujer fuerte en mi vida como mi madre, no estaría sentado aquí. Mi madre fue una pionera y la razón por la que comencé en el atletismo es porque ella pensaba que las mujeres debían tener las mismas oportunidades que los hombres», agregó.
El plusmarquista estadounidense recordó que su madre compitió en los primeros Juegos Panamericanos de Buenos Aires, en 1951, y que ella misma fue quien le animó a él a viajar a participar en sus primeros Panamericanos cuando tenía 17 años.
«Yo ni siquiera iba al campeonato nacional, pero mi entrenador me dijo que fuese. Era un momento feliz para mí y ella también me apoyó porque siempre nos contaba las experiencias que tuvo en esos Juegos«, precisó.
Preguntado por si los récords conseguidos bajo sospecha de dopaje deberían ser anulados, Lewis manifestó que no está de acuerdo con ello porque prefiere no dudar de las marcas.
«Tomó mucho tiempo para que el deporte se involucre en esta cuestión de las drogas y que se hable también. Finalmente el mundo dijo que esto no es aceptable y que estamos tratando de afrontar este problema.
Para Lewis es fundamental que se motive a los nuevos deportistas a competir «lo mejor posible» y «cambiar la narrativa de los récords, que simplemente sean unas marcas que hay que tratar de romper».
A sus 58 años, Lewis se dedica a entrenar a atletas junto a su excompañero de selección Leroy Burrell, y comentó que «ahora le gusta montar bicicleta».
«Simplemente trato de vivir año a año. Vivo mi vida. Cuando tenía 52 años comencé a ser entrenador y un año antes no lo hubiese imaginado. Uno quiere alejarse del atletismo pero al final termina volviendo», concluyó.