Campeón olímpico nadó 55 km con el fin de recaudar fondos para enfermos de cáncer

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El nadador holandés Maarten van der Weijden, campeón olímpico en 10 kilómetros de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, dio un ejemplo de solidaridad y amor al prójimo al imponerse un reto gigantesco.

Weijden se propuso nadar 200 kilómetros en las frías aguas del mar del norte de Holanda y pasar por once ciudades recolectando platica para los enfermos de cáncer. La actividad estaba programada para durar unas 55 horas y el atleta tan solo se detendría por algunos momentos para recuperar fuerzas y continuar, toda una locura en nombre de los más necesitados.

A pesar de que su corazón le pedía continuar, sus fuerzas se agotaron a los 163 kilómetros y en su cuerpo se notaban las consecuencias de tal sacrificio, por lo que los doctores le pidieron que se detuviera porque su vida estaba en riesgo. A pesar de que no pudo completar la meta inicial las fotos de cómo quedó su cuerpo cuando salió del agua se viralizaron y han ayudado a llamar la atención sobre su causa.

Al nadador lo sacaron en camilla del agua, con sus manos y pies arrugadas al extremo y la piel casi decolorada por estar metido en el mar por tanto tiempo. Además lo arroparon al máximo para darle calor de inmediato. La totalidad de la prueba consistía en tres días y dos noches de pasar nadando, proeza que llamó la atención de cadenas de televisión como CNN, que le dieron seguimiento a su hazaña.

Van der Weijden ha logrado recaudar casi 3,5 millones de euros aunque buscará llegar a los 4,5 millones para cubrir de manera total los estudios seleccionados, como la terapia con células de voz autólogas para el tratamiento del cáncer inducido por hipotiroidismo o la detección del cáncer de páncreas hereditario.

A Weijden le diagnosticaron, en el 2001 y con tan solo 20 años, leucemia y afrontó la recuperación con sesiones de quimioterapia y trasplante de células madre. Él no se rindió y luchó, y en el 2008 se convirtió en campeón olímpico de 10 kilómetros en aguas abiertas. En 2011 derrotó finalmente a la enfermedad y quiere servir de ejemplo y ayudar a todas las personas que padecen cáncer.

“Cuando estás en el hospital, sufriendo tanto, sintiéndote tan cansado, no quieres pensar en el día siguiente ni en la semana siguiente. Solo piensas en la hora siguiente”, recordó Van der Weijden.

El valiente atleta tratará de conseguir el resto del dinero en otras actividades para continuar motivando a los enfermos. Las donaciones se reciben mediante una página web.   reseña  lateja.cr