Brasil choca contra la mejor versión del ‘Tri’ mexicano

México-Alemania

Este lunes las selecciones de Brasil y México buscarán obtener su pase a cuartos de final en el Mundial Rusia 2018, tras su encuentro en la Arena Samara a las diez de la mañana.

Las selecciones de Brasil y México definen el quinto boleto a cuartos de final del Mundial de Rusia.

El conjunto dirigido por Tite lideró el grupo E tras un empate (1-1) con Suiza, además de dos victorias frente a Costa Rica (2-0) y Serbia (2-0). El estratega aún duda en colocar en el once inicial a Marcelo, el lateral del Real Madrid. El Tri terminó como segundo del sector F tras una carambola de resultados en la que Suecia le robó el liderato y Alemania fue eliminada.

México y Brasil han jugado en cuatro ocasiones en los Mundiales, pero ahora, en los octavos de final de Rusia 2018, México tiene otra oportunidad de conseguir una conquista paradigmática en su historia: romper la maldición del quinto partido. En las últimas seis Copas del Mundo, México ha pasado de la primera ronda pero también ha fracasado en pasar a los cuartos de final. Si elimina al pentacampeón del Mundo, será la confirmación definitiva del buen paso de México en Rusia.

Los brasileños, en cambio, tienen otro panorama, mucho menos cargado de historia. El de mañana es un partido importante, en el que no debe haber dudas ni errores, pero no implica romper un techo que no haya roto antes; aunque no sin dificultades, en las últimas cuatro ediciones mundialistas Brasil ha pasado a cuartos de final y ganó una Copa.

De las cuatro disputas en Mundiales entre ambas selecciones, tres han sido victorias para Brasil, pero la más reciente, el empate sin goles en la primera ronda de 2014, es el juego que debe ser tomado en cuenta para su quinto enfrentamiento, ahora en Samara.

La rivalidad entre las dos escuadras es reciente, comenzó en el siglo XXI. De los catorce partidos que han disputado en estos dieciocho años, la tendencia favorece a la selección mexicana: ha ganado seis encuentros, perdido cinco y empatado tres. Y de los seis partidos no amistosos disputados en ese mismo periodo, México ganó tres y empató uno.

Quizás la derrota más dolorosa para los brasileños ha sido la final de las Olimpiadas de Londres, porque pese a que jugaron futbolistas menores de 23 años, la alineación olímpica llevó a jugadores que son indispensables hoy: Thiago Silva, Marcelo y Neymar.

Pese a la hazaña de derrotar al actual campeón del mundo en su primer partido, México no fue el único equipo que lo hizo: Corea del Sur venció a Alemania 2 a 0 y después el camino avasallador de México se diluyó con una derrota contundente frente a Suecia. Brasil, al contrario, ha mejorado en cada partido, como sucedió en los dos Mundiales más recientes en los que resultó campeón: tanto en 1994 como en 2002, Brasil fue evolucionando y perfeccionando su estilo hasta conseguir el título.

Ya ha quedado claro que este es un Mundial muy equilibrado y en los octavos de final, una instancia de eliminación directa, lo inesperado ha ocurrido: España y Argentina están fuera del Mundial. Brasil es el favorito para pasar a cuartos de final, pero México es un rival que merece respeto y tiene una cita histórica con el quinto partido. Especialmente en este Mundial, marcado por sorpresas, ningún equipo puede cantar victoria antes de tiempo.

La jerarquía del fútbol mundial cambia de manera vertiginosa. Cada vez menos las selecciones grandes asustan a las que se consideran pequeñas. Estamos asistiendo a un momento global del fútbol en el que las diferencias son menos definidas. Brasil sufrió para derrotar a Costa Rica y México le ganó a Corea del Sur con dificultad.

Será un juego difícil y muy disputado, pero que ganará Brasil. El escenario será un estadio con más aficionados mexicanos que brasileños y en un ambiente muy distinto del de septiembre de 1970 en el Maracaná, en el Juego de la Gratitud. Ese episodio que comparten ambas selecciones quedó en la historia y no se repetirá el 2 de julio.