Borussia Dortmund aplasta al Schalke 04 en reinicio de la Bundesliga sin público

Bundesliga

En la traicionera y larga marcha hacia la ‘nueva normalidad’, en la que cualquier descuido o rebrote llevará al mundo a la casilla de salida y cualquier acto cotidiano tendrá el peaje de la mascarilla y del distanciamiento social, el fútbol ha comenzado su particular desescalada. Un camino al paraíso del césped plagado de espinas con el ‘fussball’ como pionero. Alemania ha sido la primera que se ha embarcado en esta aventura hacia lo desconocido desafiando al coronavirus y abriendo la Bundesliga.

Un laboratorio para el resto de Europa con sus estadios y protagonistas limpios como quirófanos y los test como pasaportes hacia un nuevo ecosistema en el que reina el silencio. Los gritos de los jugadores y los entrenadores retumban en unos campos que lucen desnudos sus asientos. Un banco de pruebas que servirá a la Premier, LaLiga y la Serie A para dibujar su destino.

A la hora prevista, las 13H30 GMT, el sonido de los silbatos se hizo más perceptible que nunca en Augsburgo, Düsseldorf, Hoffenheim, Leipzig y Dortmund, poniendo la piel de gallina a todos los amantes del fútbol, que llevaban esperando más de dos meses a ver un partido cuando la mayoría de torneos quedaron suspendidos a mediados de marzo por la pandemia del nuevo coronavirus.

Ni música ni saludos

Sin ceremonia ni música, los equipos entraron por separado en la cancha. No hubo saludos entre los jugadores, ni niños acompañándoles, como tampoco ninguna subida de adrenalina sonora cuando llegaron las primeras acciones. En Leipzig, que recibe al Friburgo, algunos jugadores incluso mantuvieron las mascarillas durante el calentamiento.

Esas mismas escenas se habían producido antes, con cuatro partidos de la segunda división que comenzaron a las 11h00 GMT, con el mismo protocolo sanitario estricto.

En Dortmund, el ambiente de la ciudad no tiene nada que ver con el habitual en un día de partido, constató un periodista de la AFP.

Varias furgonetas de la policía estaban posicionadas, sobre todo en las afueras de la estación de tren, para evitar la concentración de aficionados. La policía hizo un llamado para instar a los hinchas a quedarse en casa.

El Juego

Las cautelas duraron hasta el primer contacto. Entonces, la normalidad volvió al juego… aunque en una versión más cercana a la pretemporada: multitud de cambios, lesiones, fatiga extrema y poco ritmo y tensión en un estadio vacío en el que se escucha cualquier sonido. Aytekin no tuvo problemas. Un escenario desconocido en el que Haaland siguió con sus tradiciones. No ha perdido el hambre estos dos últimos meses. El delantero noruego tardó 28 minutos en anotar el primer gol de la era ‘post-coronavirus’ en la Bundesliga. Brandt puso gas a la jugada, Thorgan Hazard centró y el ‘9’, al primer toque, la mandó a la red. Décimo gol en nueve partidos con el Dortmund en la Bundesliga. De sus 13 remates a meta, 10 han dado en la diana. Sólo Immobile (Lazio) y Lewandowski (Bayern) le superan en la carrera por la Bota de Oro. Un animal.

 

El tanto de Haaland dejó noqueado al Schalke. Todibo se lesionó y Guerreiro, antes del descanso y a pase de Brandt, firmó el 2-0. La presión del noruego al meta Schubert propició su fallo y el segundo tanto de los ‘borussen’. Al Schalke le faltó oxigeno y el Dortmund voló. Un choque entre dos boxeadores en el que los ‘Mineros’ no aguantaron ni un asalto. Tras el primer golpe ya estaban K.O. El tercer gol lo hizo Hazard… ¡a pase de Brandt! En el inicio de la jugada, Sané pisó a Haaland… pero el noruego siguió y regaló el cuarto a Guerreiro, que completó el ‘poker’ amarillo con su doblete tras un lujo con el exterior. Estuvo en todas el ‘9’. Desconfinado.

Fueron celebraciones sin contacto ni euforia que ‘descafeinaron’ una goleada siempre dolorosa para un Schalke en el que jugó el español Miranda. En la cuenca del Ruhr cualquier derrota se clava en la piel. Y los de Favre, en los que jugó unos minutos Sancho, encontraron oro, petroleo y diamantes. El Schalke notó el confinamiento y el Dortmund jugó como si no hubieran pasado dos meses sin competir. Apenas sintieron un parón que ya es parte del pasado. Willkommen al nuevo fútbol. La Bundesliga regresó, que no es poco. El balón vuelve a rodar. ‘Show must go on’.