Una joven se atrevió a utilizar su propia sangre para preparar alimentos, asegurando que le parece más cruel y asqueroso sacrificar animales para el consumo humano.
En un artículo publicado por Gwen van der Zwan en Munchies, esta chica expresó: Cuando le dije a la gente que quería hacer salchichas con mi propia sangre, sus fosas nasales se ensanchaban como si hubieran olido algo horrible. Casi todas las personas con las que hablé dijeron “maldit* sea, eso es asqueroso”.
Asimismo, señaló: “Para mí, cuando un cerdo o una vaca son sacrificados, eso es asqueroso. Mi propia sangre tiene muchos de los mismos nutrientes, el hierro, las vitaminas y los minerales, como la sangre de cerdo que generalmente se utiliza para embutir sangre, pero solo me daña a mí, no a ningún animal. Estaba interesado en ver qué pasaría durante el proceso. Quería ver cómo se sentía, pero también cómo reaccionaban otras personas. ¿Por qué mi idea se considera desagradable, pero hacer lo mismo con la sangre de cerdo no lo es?”.
A través de internet buscó un sitio donde pudiera encontrar los suministros médicos que pudiera necesitar. “Hojeé las listas de escalpelos, sierras y batas quirúrgicas”, dijo.
“Porque quería asegurarme de que tengo el tipo correcto, y porque solo podía pedir agujas en lotes de 100, ordené seis cajas. Cuestan ocho euros cada uno. En la categoría “suministros de transfusión”, encontré bolsas de sangre para donaciones. Después de pagar los contenidos de mi carrito virtual, todo lo que tenía que hacer era esperar a que llegara mi pedido”, añadió.