Si bien el dólar estadounidense parece casi indestructible por su estabilidad, el billete está hecho de materiales orgánicos y tiene una vida útil acotada. Un billete de 1 dólar puede durar casi 7 años y el de 100 dólares hasta unos 23 años en condiciones adecuadas según el uso, según la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Más allá de esto, si se los guarda incorrectamente, se pueden echar a perder antes.
Javier Pérez Álvaro, gerente de Operaciones de Hausler, firma que gestiona cajas de seguridad privadas, dijo en diálogo con La Nación que la primera recomendación para quienes quieran ahorrar billetes físicos es que los guarden en entidades que garanticen su conservación, pero, si no se tiene caja de seguridad, recomendó ir de lo macro a lo micro: en primer lugar, está la elección del lugar; luego, el recipiente que se utilizará; y, en tercer lugar, la forma de guardado.
“En el caso del lugar, lo más importante es que sea seguro, por más de que suene obvio. Debe ser un sitio sin humedad, porque provoca la aparición de hongos que son enemigos de la celulosa de la que están hechos los billetes. Las temperaturas extremas y la exposición a los rayos ultravioletas del sol también pueden provocar la degradación de las fibras de algodón del papel moneda y la ubicación tiene que ser, además, segura en cuanto a la posibilidad de una inundación por lluvias o rotura de caños. El espacio también debe estar libre de roedores”, describió.
En este sentido, comentó un caso de una persona que casi pierde sus ahorros por una rata: “Hubo un cliente que nos comentó que un roedor se llegó a comer parte de los billetes. Por suerte no se comió la numeración y los pudo cambiar”.
“También hay gente que ha traído billetes con tierra afectados por la humedad y el polvo. Otra anécdota llamativa es que varios hijos de personas mayores nos comentaron que los padres se olvidaron de dónde los habían guardado y les tomó mucho tiempo encontrarlos, hasta que decidieron buscarle una solución más de fondo al asunto abriendo una caja de seguridad”, agregó.
En tanto, consultado por la nevera como lugar de guardado, la desaconsejó porque, ante un corte de luz, el descongelamiento puede hacer que los billetes se mojen y tampoco es conveniente que estén en un lugar muy frío.
Vida útil del dólar
En cuanto al recipiente, recomendó evitar los metálicos porque se pueden oxidar -y los billetes manchados son rechazados- y dijo que las bolsas herméticas en las que generalmente se guardan restos de comida son muy utilizadas y buenas para preservarlos. Desde la tesorería de Prosegur, por otro lado, dijeron que hay que guardarlos preferentemente en una bolsa de polipropileno bien cerrada con cinta y no en sobres de papel y los bancos aconsejaron usar bolsas de nylon.
Por último, en cuanto a la forma de guardado todos advirtieron que hay que evitar usar banditas elásticas porque se degradan y dejan manchas. Otras cosas que pueden manchar los billetes son los clips, que se pueden oxidar, o guardarlos con lapiceras, cuyos cartuchos pueden explotar, o metales no nobles.
Tampoco se deben doblar porque los pliegues pueden quedar muy marcados y ser observados en operaciones de cambio. En este sentido, recomiendan guardar los billetes estirados con fajas de papel pegadas con algún adhesivo.