Lo que publicamos en nuestra redes sociales pueden decir mucho de quiénes somos.
Desde nuestros gustos, hasta las personas con las que convivimos y a qué nos dedicamos. Pero recientes investigaciones demuestran que también pueden revelar algunos trastornos mentales.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista PLOS One, pueden identificarse problemas que van desde la depresión hasta las infecciones de transmisión sexual.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto Penn, liderados por la Dra. Raina M. Merchant. Se reclutó a 999 participantes y se estudiaron poco más de 20 millones de palabras que ellos mismos habían publicado en casi un millón de actualizaciones de sus cuentas de Facebook.
Después de un exhaustivo análisis, se encontraron rasgos de 21 condiciones posibles, como embarazo, abuso de alcohol, drogadicción, obesidad, ansiedad, trastornos alimenticios, problemas digestivos, lesiones e infecciones de transmisión sexual.
La mayoría de los resultados fueron obtenidos sólo con analizar los datos de Facebook del sujeto de estudio, pero en 18 categorías se necesitó usar los datos demográficos para obtener una mayor precisión.
Por ejemplo, si encontraban que las palabras «beber», «borracho» o «cantina» se repetían constantemente, podía ser un indicador de que el individuo estaba lidiando con problemas de alcoholismo. Por su parte, si las palabras más comunes consistían en insultos, era presumible que la persona pudiera tener conductas agresivas o abusar de sustancias nocivas.
Las palabras referentes al dolor y a alguna parte del cuerpo se consideraron señales de un padecimiento físico. En el caso de una persona con depresión, lo demostraba publicando frases desalentadoras.
El estudio también arrojó que los usuarios de las redes sociales que acostumbran escribir «familia», «oraciones» o «Dios» padecen o tienen una mayor posibilidad de desarrollar diabetes.
Los investigadores tuvieron la autorización de los pacientes para consultar su registro de salud y así comprobar si había un patrón entre el historial médico de una persona y sus cuentas de redes sociales.
Hasta el momento esta investigación ha sido muy elogiada por los estudiosos de la llamada ‘Epidemiología digital’, ya que los autores aseguraron que siempre tuvieron la autorización de sus sujetos de estudio. Aún así, advierten que se debe tener más cuidado con la privacidad de los pacientes. reseña vix