Restauraron imagen de la Virgen de Coromoto y se llevaron tremenda sorpresa (Imágenes)

Entre los días 9 y 15 de marzo de 2009 fue efectuado un proceso de restauración de la imagen de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela. Sin embargo, no fue sino hasta esta semana cuando se publicaron tres documentos donde se registra de manera detallada todo lo relacionado con los hallazgos encontrados tras el estudio de la sagrada imagen.

En el año 1.652 la Virgen María se le presentó -en forma corpórea- en su choza al cacique Coromoto. Cuenta la historia que el indígena intentó alcanzarla, sin embargo, la imagen desapareció y dejó en su mano un “papel”, que con el tiempo se convirtió en la Reliquia de la Virgen de Coromoto, venerada en todo el país y cuya celebración principal se realiza en el estado Portuguesa.

El “papel” convertido en símbolo de adoración mide 2 cm de ancho por 2.7 cm de alto y cabe en la palma de una mano. El estudio y tratamiento de la Sagrada Reliquia fue realizado por la Asociación María Camino a Jesús, organización con sede en Maracaibo, estado Zulia. El trabajo se efectuó con el visto bueno de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) y con el aporte de la feligresía.

“A 368 años de su aparición, la Asociación ha decidido hacer públicos los documentos derivados de este proceso elaborado por expertos de diferentes áreas para que todo lo que desee pueda consultarlos”, informó José Luis Matheus, presidente de la Asociación María Camino a Jesús, al medio digital Noticia Al Día.

Principales hallazgos

El lugar donde está sentada la Virgen María y que comúnmente se representa como un trono de oro, en realidad es un entramado de cañas del bohío o choza del cacique.

Las paredes de la choza, reflejadas en la imagen, tienen dibujos que podrían ser indígenas, concluyó el grupo de especialistas, conformado por expertos en varias áreas.  También la corona de la Virgen María y del Niño Jesús sentado sobre su regazo son de estilo indígena, hechas de plumas y hojas.

El rostro de la Virgen María tiene rasgos delicados de una mujer muy joven. Está serena y sonriente.

La vestimenta del Niño Jesús, con un ceñidor en la cintura, se abre en la parte inferior y se observan sus piernas cubiertas por pantaloncillos que llegan hasta debajo de sus rodillas.

El ojo de la Virgen María en la imagen estudiada mide unas dos micras de alto por 6 micras de ancho. Una micra equivale a una milésima parte de un milímetro. A pesar de su tamaño se aprecian todas las características del ojo humano: tiene orbe ocular, cristalino, iris y un punto de luz, que se observa en el ojo izquierdo de la Virgen María. Uno de los hallazgos más fascinantes es que su ojo izquierdo se aprecia la forma de una silueta humana. Se presume que es el cacique Coromoto.

El estudio concluyó que la reliquia está hecha sobre un papel compuesto de fibra de algodón de la época de la aparición. La tinta de la imagen tiene un brillo y presenta relieve, está adherida al papel pero no lo penetra, por lo tanto tampoco se expande en él.

Debido a la manipulación de la reliquia hace muchos años, la imagen presenta múltiples perforaciones y pequeños trozos perdidos, posiblemente porque se intentó calcar con un alfiler o aguja. El rostro del Niño Jesús fue el más dañado.

LAS IMÁGENES:

Matheus comentó anécdotas del proceso de restauración, como cuando uno de los restauradores intentó abrir el estuche del relicario pero no fue posible porque estaba sellado con estaño. Sin embargo, cuando el estuche fue abierto por el rector del Santuario, el padre Brito, se constató que “a pesar de la soldadura y el calor que representa, la imagen no se quemó, ni maltrató con el calor”, contó.

Al abrir el estuche notaron que la imagen estaba manchada, muy deteriorada, incluso por restos de pegamento unos trozos quedaron pegados al vidrio del relicario que la contenía.

La imagen fue limpiada con la técnica de desprendimiento por humidificación, la cual permitió que se desprendiera de forma íntegra. En el estudio de la acidez (Ph), la imagen resultó ser neutra y no coincidió con la acidez de los soportes y del estuche donde estaba contenida. “Es otro signo que nos dice ‘Yo soy la Inmaculada’, pues la imagen no se contaminó”, aseguró un emocionado Matheus.