Marcada tranquilidad ciclónica en el Océano Atlántico en lo que va de agosto es por la presencia de nubes de polvo del Sahara, dijo el científico cubano Eugenio Mojena López a la prensa de la isla.
«La notable presencia de nubes de polvo del Sahara sobre el Atlántico tropical ha sido la principal causa de la marcada tranquilidad ciclónica imperante allí durante la primera quincena de agosto, etapa en la que ni siquiera se formó una depresión tropical», publicó el diario local Granma en base al testimonio del doctor en ciencias físicas Eugenio Mojena López, asesor del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.
Agosto, según la media anual, es el tercer mes de mayor peligro de azote de tormentas tropicales, ciclones, y huracanes en la isla, solo superado por las incidencias registradas en octubre y septiembre.
Mojena, investigador de temas meteorológicos, afirmó que la presencia de las nubes portadoras del polvo del Sahara inhibe de manera significativa el surgimiento e intensificación de los ciclones tropicales, pues les crea un ambiente sumamente hostil, debido al aporte de aire muy caliente y seco con valores mínimos de humedad relativa.
Agregó que las nubes de polvo incrementan la cizalladura (diferencia en la velocidad del viento o su dirección) vertical del viento en las altas capas de la atmósfera, factor que impide a cualquier sistema tropical en desarrollo concentrar la energía requerida para su formación y gradual fortalecimiento.
Hasta el momento, precisa la nota del diario Granma, se han formado solo dos tormentas subtropicales, una de ellas identificada como Andrea en mayo, y Barry en julio, la cual llegó a alcanzar la categoría de huracán poco antes de penetrar en tierra por la costa del estado de Lousiana, al sur de EEUU.
Entre los huracanes más dañinos en agosto, los cubanos recuerdan a Charley (2004), y Gustav (2008).
También fueron devastadores en ese mes el huracán Andrew (1992) que azotó al sur de Florida, y el Katrina (2005), que causó severos daños en la ciudad de Nueva Orleans, ambas en el sur de EEUU.
Según estudios del Laboratorio Meteorológico Oceanográfico del Atlántico, de EEUU, entre 1851 y 2016 se registraron 389 tormentas tropicales y 245 huracanes en la región.
La principal zona de formación de los ciclones en agosto se localiza en las aguas del Océano Atlántico, entre las costas de África y las Antillas Menores, con riesgo para todo el Caribe oriental, incluida Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, incluso la península de Yucatán, en México, y el sur de EEUU.