Cuando el tercer hijo de Brittany Gibbons nació, su vida y su cuerpo cambiaron definitivamente. Ya no tenía tiempo para nada y su cuerpo ya no era el mismo. Se sentía tan mal que cayó en depresión.
¡No podía ni mirarse al espejo! Todo le molestaba hasta los rollitos de los que tanto se había burlado años atrás.
Nada cambió en los más de tres años que pasaron. Durante todo ese tiempo, ella se ocultó debajo de las sábanas y prendas anchas. No tenía relaciones con su esposo por vergüenza y las veces que decidía ideaba todo un plan para que no la viera.
Pasaron los años y empezó a preocuparse por su vergüenza, así que decidió contárselo a una amiga. Esta le aconsejó el “mejor remedio de todos”: el sexo.
Ella le propuso a su esposo tener sexo todos los días por un año. Así fue. Al principio, confiesa que no fue fácil y muchas veces lo hacía para mantenerse fiel a su palabra. Pero después todo cambió.
“No lo hice para salvar mi matrimonio. Lo hice para salvarme a mí misma. El sexo generó más sexo y mejoró mi autoestima”, asegura Gibbons en un artículo para el sitio GoodHousekeeping.
Andy y Brittany se encontraban cada vez más unidos. Eran más cariñosos y románticos el uno con el otro en situaciones ordinarias.
Brittany Gibbons aprendió a amarse a sí misma y comenzó a caminar por la casa en ropa interior sin temores ni prejuicios. “Se lo recomiendo a todas las mujeres inseguras de su cuerpo. Esta terapia funciona”, dijo.
por Perú.com en noticiasaldiayalahora.co