La historia de Marcy Ávila: ‘Convertirme en mujer me cuesta 100 dólares al mes’

Marcy Ávila nació hace 24 años en Caracas. Hoy es cantante, compositora e influencer, pero no todo el tiempo fue así: pese a su aspecto varonil, se sentía como una chica y creyó que se desarrollaría como tal. Vivir el proceso de «convertirse en mujer» le ha dado fuerzas para inspirar a quienes se sienten igual en un país donde no existen leyes que garanticen los derechos de la comunidad LGBTI+. Marcy destina hasta 100 dólares mensuales para comprar el tratamiento hormonal que le dé un aspecto más femenino.

Durante su infancia, Marcel se sentía «muy normal», prefería jugar con carros que con muñecas y sus padres nunca se percataron de que se sentía más una niña que un niño. El shock llegó en la adolescencia. Marcy contó en entrevista concedida a El Cooperante, cómo fue el proceso por el que paso durante esos años.

«Mi infancia muy normal, me sentí siempre como una niña normal. Mis padres nunca sospecharon que pasaba algo porque me gustaba jugar más con carritos que con Barbies o con una cocinita de juguete. Pero fue cuando me desarrollé que empezó la depresión, cuando tenía 13 años (…) No sé por qué yo pensé que me iba a desarrollar como una chica y fue realmente horrible que me empezara a salir barba, que se me engrosara la voz y que me saliera la manzana de Adán, eso no era lo que yo quería para mí porque siempre me sentí como una chica».

En ese punto, no le contó a nadie como se sentía y su solución fue: Yahoo respuestas. En los foros, empezó a postear las siguientes preguntas: ¿por qué a mí? ¿Cómo decirles a mis padres lo que siento?

@Marcy

Tenía mucho miedo de decirle a sus padres por lo que estaba pasando y su mamá no entendía las indirectas que le enviaba todo el tiempo.

Los varones me parecían muy rudos, siempre tuve amigas chicas, me sentía más identificada con ellas. En la escuela me hacían mucho bullying. Una vez un salón entero me cayó a patadas. Nunca recibí apoyo de la directora por este hecho tan feo y mi mamá me sacó de esa institución. Todo esto llevó a que yo investigara más en internet porque no entendía lo que me estaba pasando.

Marcy estaba consciente de los genitales con los que nació, pero no terminaba de entender porqué no se desarrollaba como una mujer.

«Es muy loco cuando sabes quién eres realmente y lo que ves en el espejo no te representa. Mi familia es una familia típica venezolana que hace comentarios homofóbicos. Crecí en ese contexto y por eso tuve mucho miedo de decirles lo que me pasaba»

@marcy

El día de la confesión

En palabras de Marcy, pasó mucho tiempo hasta que pudo reunir el valor necesario para contarle a su familia cómo se sentía.

«Siempre pensé que iban a sospechar aunque fuera un poquito pero no fue así. Todas las indirectas que lanzaba a mi mamá no sirvieron de nada. Pensé muchas veces en fingir mi muerte, desaparecer de mi casa, pero nunca lo hice. Les lanzaba puntas: no me gusta que mi voz sea gruesa, tener barba, no me gusta la manzana de Adán. Le dije a mi mamá quería una fiesta de 15 años y lo tomaron como un chiste. Les dije que me quería cambiar a un colegio de puras chicas y pensaron que era para tener muchas novias».

Un día todo cambió y decidió reunir a su papá, mamá y hermana en un cuarto oscuro.

«Apagué todas las luces porque no le quería ver la cara a ninguno. Les dije: tengo que contarles, yo no me siento como ustedes me ven. Di demasiadas vueltas, hasta que mi papá, preguntó ¿quieres ser mujer? ¿Es eso lo que quieres decir? y le dije: sí, es eso lo que quiero».

Todo fue muy difícil para ella y destacó que por mucho tiempo su familia no lo aceptó. Incluso, aseguró que recibió más apoyo de su papá, lo que le sorprendió porque es un hombre «muy serio».

«Él fue el que se lo tomó mejor, mi mamá fue muy difícil. Recuerdo que me hizo mucho daño porque me decía: ¿qué quieres de ser mujer? y se ponía a llorar. Me decía: «tú mataste a mi hijo»; y se ponía a llorar. Todo ese tiempo fue muy difícil. Ahora es que lo están empezando a asimilar, pero es un proceso que toma su tiempo y ellos tienen su luto porque sienten que su hijo murió y adoptaron a una hija»

Pese a que Marcy habla abiertamente de su sexualidad y luce como una chica, hay familiares que «se hacen los locos» y lo siguen llamando por su nombre masculino.

La transición

Marcy se quejó de que debido al miedo que sentía, perdió mucho tiempo en hacer «la transición hormonal». Llevar a cabo este proceso antes del desarrollo es mejor porque se evitan muchos cambios: la voz masculina, la manzana de Adán y el vello facial.

«Mi transformación la empecé a los 20 años, siento que me falta mucho, me gustaría operarme la manzana de Adán, pero acá en Venezuela no hay doctores que lo sepan hacer bien. Eso es lo principal, pero estoy trabajando para hacerme otras cosas para sentirme mejor, estamos hablando que la reafirmación del género (cambio de genitales) cuesta unos 40 000 dólares».

Por ahora, Marcy toma un tratamiento hormonal de 3 cápsulas diarias.

«Son hormonas, estrógenos. Yo los pido en una página de Instagram que se llama @transmedvenezuela, ellos son los únicos autorizados para traerlos a las personas transgénero; y son más económicos porque los traen de Colombia. Pero, un tratamiento puede costar hasta 100 dólares mensuales. En mi caso tomo 3 pastillas diarias porque es el estrógeno y también los bloqueadores hormonales porque de nada sirve tomar estrógenos si las hormonas masculinas siguen su curso».

Sin embargo, Marcy alertó que no se debe caer en la automedicación.

«Esto está súper mal, hay personas que lo hacen pero les puede dar cáncer de mama, coágulos de sangre y hasta un accidente cerebrovascular (ECV). Lo más recomendable es ir al médico y que un endocrino te diga cuál es el mejor tratamiento. Quienes logran hacer esto antes del desarrollo, las hormonas harán toda la magia, pero si empiezan tarde como yo, el proceso es más difícil»

En cuanto a su aspecto, dijo viste con lo que se sienta cómoda.

«No solo uso ropa femenina, si me gusta una franela de hombre me la pongo o una falda. En lo que sí soy muy varonil es con los zapatos porque me encantan los zapatos Vans, siempre uso zapatos skate y me encanta el maquillaje».

Intento de asesinato y discriminación

Marcy es una figura pública. Desde pequeña estudió actuación. Es productora, guitarrista, compositora y cofundadora de la banda de rock alternativo venezolana Made In Mars5​4​ y ha participado en series de televisión como Almas En Pena distribuida por Amazon Prime Video.

Hace un par de años, fue víctima de la homofobia al punto de que intentaron de asesinarla; y pese a que lo denunció ante la Fiscalía, el atacante no recibió ningún tipo de castigo.

 «Esto lo grabé en video y nunca pasó nada. Estaba con mi exnovia y nos atacaron por homofobia, solo porque vieron a dos chicas agarrados de las manos, decidieron lanzarnos un carro encima e intentar atropellarnos. Fue en el Farmatodo de Los Palos Grandes. Metí la denuncia en la Policía de Chacao pero no llegó a nada. La persona fue identificada con ayuda de los empleados de Farmatodo, pero lamentablemente no se logró nada», enfatizó.

Hace unas semanas, una denuncia hecha por Marcy en Twitter se volvió viral. Luego de presentar sus papeles ante una universidad de Caracas (cuyo nombre prefirió no revelar en esta entrevista) le notificaron que no fue aceptada sin darle ninguna explicación. Ella aseguró que fue víctima de discriminación y que fue rechazada por homofobia.

«Estaba muy feliz porque finalmente tenía que llevar los documentos y presentar una prueba vocacional, solo era hablar con algún empleado para decirle por qué decidí estudiar enfermería. Todo estaba bien, entregué los documentos, pero cuando vieron que mi nombre era diferente al que sale en mi cédula todo cambio. La señora que me atendió comenzó a hacerme preguntas que no tenían nada que ver con el proceso; estuvo con el ceño fruncido todo el tiempo y a llamarme por mi nombre masculino».

Sintió que el trato que recibió no fue el mejor, pero decidió no denunciarlo porque busca mediar con las autoridades y que reconsideren su inscripción.

«Es lamentable que pasen estas cosas porque sé que esa persona no tuvo respeto por mí en ningún momento. Espero que se pueda solucionar por las buenas porque esto pasa mucho y por eso, hay muchas personas que no pueden estudiar ni conseguir trabajo. Esto es una realidad, muchas personas trans terminan prostituyéndose, o trabajando barriendo calles y les pagan súper mal porque no les dan oportunidades de estudio ni de empleos con los que puedan vivir».

Desde hace varios años, Marcy aprendió cómo hacer dinero por internet y vive de eso.

«Con eso es que me mantengo. Empecé con mi página de Facebook donde llegue a tener 300 000 seguidores y me la verificaron. Empecé a monetizar, también he hecho videos para Youtube. Ahora estoy un poco paralizada porque no tengo computadora, pero estoy trabajando para reponerla».

Desde su experiencia, Marcy envió un mensaje a todas las personas que se sienten como ella.

«Si no han salido del clóset los invito a que se armen de mucha fuerza y valor. No tengan miedo porque yo perdí mucho tiempo de mi vida por temor y haber hecho la transición es una de las mejores decisiones que he tomado. Nunca es tarde para ser feliz», subrayó.

La homofobia en Venezuela

La abogada y diputada de la Asamblea Nacional (AN) electa en 2015, Tamara Adrián, explicó que en Venezuela no es ilegal que prohíba cambiar el nombre de una persona en casos de identidad de género y condenó que ha sido el chavismo el que lo viene prohibiendo desde el año 1999.

En entrevista concedida a El Cooperante, Adrián señaló que en 1977 ocurrió la primera sentencia de cambio de nombre y reconocimiento de identidad de una persona trans. Desde entonces, hubo 160 reconocimientos de identidad por vía de rectificación de partida de nacimiento o amparo. Esas sentencias se basaban en criterios patológicos y que ocurrieron luego de operaciones de adecuación genital, mastectomías y con informes médicos y psicológicos.

«En el mundo esto siguió avanzando y en muchos países las personas pueden ir ante el funcionario y pedir otra partida de nacimiento sin ninguna prueba. Solo con decir que se siente mujer u hombre. Existen leyes en México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile y Bolivia donde reconocen la identidad de las personas por vía administrativa. Cambian la partida de nacimiento y el resto de los documentos. En Venezuela, todo cambio en 1999 cuando se sustituyeron a los jueces a dedo y desde entonces no ha ocurrido ningún reconocimiento de identidad a persona trans», criticó.

Subrayó que no existe una norma que lo prohíba, pero la «intolerancia chavista» lo ha prohibido de facto y ha llamado a los registros para que no se le acepte a nadie esa solicitud.

Asimismo, informó que en el mes de febrero la Defensoría del Pueblo designó a una defensora de los derechos LGBTI+, pero hasta ahora no han ejercido ninguna acción.

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