Investigación revela cuales son las mujeres más felices y con más esperanza de vida

Aún en la actualidad, las mujeres solteras y sin hijos cargan con cientos de estigmas a su alrededor, pero según el doctor Paul Dolan, profesor de ciencias del comportamiento en la London School of Economics, son precisamente dichas mujeres las más propensas a ser felices.

Dolan apuntó en una reciente conferencia, sus numerosos trabajos de investigación psicológica y su respectivo seguimiento para sustentar la afirmación. En más de 25 años de carrera, el académico se ha especializado en estudiar relaciones humanas y en definir un concepto generalizado de «felicidad».

El profesor admite que la «idea de felicidad» es un concepto subjetivo, pero para la sociedad contemporánea en general, las mujeres solteras y sin hijos son las que salen ganando:

«Este sector de la población es más dado a permanecer siempre sano, sustentable (…) ahorra mucho más para los fines que decida. Está demostrado que las mujeres solteras sin hijos pueden vivir de cinco a 10 años más que sus contrapartes establecidas en una familia».

Lo anterior se debe en gran parte al desgaste emocional y físico que conlleva el parto, además de la crianza adjudicada prioritariamente al sexo femenino, un error cultural que perdura.

Dolan ahonda en la temática de los matrimonios en su libro Happy Ever After: Escaping the Myths of the Perfect Life, allí cita estudios en los que monitoreó a más de mil 500 mujeres mayores de edad con distinto estado civil. También examinó al sector masculino y llegó a una conclusión interesante:

«Contrario a lo que ocurre con las mujeres, los hombres tienen mayores indices de felicidad cuando están casados, es un vínculo que les otorga seguridad y por lo general los hace sentir importantes. Mi consejo es: si eres hombre cásate, si eres mujer evítalo».

El académico también se respalda en el American Time Use Survey, el cual lleva a cabo un censo anual en Estados Unidos para medir la satisfacción de solteros, viudos, casados y divorciados. Los resultados no escatiman; las mujeres solteras y sin niños son las mejor evaluadas en varios aspectos de la encuesta (sustentabilidad, salud mental, economía, realización profesional, etc.).

Si bien Dolan establece en sus libros que los matrimonios jóvenes no muestran cambios significativos en cuanto se casan, el declive para la mujer casada comienza con la mediana edad:

«Curiosamente en la mayoría de los casos, el varón se vuelve más dependiente de su esposa en esta etapa, lo cual le resta a ella espacio y libertad. Lo anterior se agrava con la atención que demandan los hijos».

Respecto al tema de los pequeños en casa, Dolan apunta a la tendencia de mujeres que no desean tener hijos en la actualidad:

«Con frecuencia se dice «que pena» de la mujer que no tuvo hijos, pero ¿por qué?, es decir, suelen ser mujeres más joviales e independientes. Tener hijos por dar gusto a la convicción social puede traer serios problemas emocionales y físicos (…) ya es suficientemente difícil ser padre aún si se desea».

Dolan remata la mayoría de sus textos recalcando que tener un hijo es una experiencia increíble… pero no es para todos:

«Es completamente normal y entendible no querer hijos en nuestra época (…) cumplir esa meta al pie de la letra conlleva a la realización… pero a pesar de eso, a veces la culpa y los roles esperados ganan, produciendo mayor infelicidad». reseña vix