Venezuela vive una coyuntura económica sin precedentes. Los productos varían de precio semanalmente, sin ningún tipo de advertencia.
Esta distorsión se manifiesta en el costo de la caraota, por ejemplo, la cual puede costar 1.000 bolívares fuertes, más o menos lo mismo que un kilo de carne de res o de pollo; esto en el caso que se pueda conseguir.
Aquiles Hopkins, vicepresidente de Fedeagro, afirmó que los altos costos se deben a la escasez que existe actualmente en Venezuela, lo cual empuja a los vendedores a incrementar los precios debido a la alta demanda de un alimento tan básico.
“Sólo se produce el 10% de las caraotas que se consumen en el país. La producción ha caído, lo cual se traduce en escasez, en especulación y bachaqueo”, aseguró el experto, quien agregó que esta situación también se ve en otros rubros, como el arroz, el trigo y el café, entre otros.
Hopkins destacó que esta situación se acabará cuando “haya producción nacional. Cuando haya suficiente abastecimiento, cuando haya más oferta que demanda, no podrán jugar con los precios”.
El especialista también criticó el modelo de importación que mantiene el Gobierno nacional, que a su juicio, fomenta el desabastecimiento.
SN