Imposible olvidar: Lo que pensaba Ricardo Sánchez de Chávez

En apenas un lapso de siete años el otrora estudiante universitario opositor y ahora diputado suplente a la Asamblea Nacional por el Gran Polo Patriótico (GPP), Ricardo Sánchez, cambió radicalmente la opinión que tenía sobre la figura del expresidente Chávez  y su gobierno, esos que tanto criticó en el pasado a partir de las protestas estudiantiles que impulsó en contra del cierre de RCTV.

Apenas corría el 2009, dos años después de que saltara a la palestra pública, cuando en una entrevista concedida al extinto diario vespertino El Mundo, Sánchez se refería al revés obtenido por los opositores tras el triunfo del “Sí” en el referéndum donde se aprobó la reelección indefinida del Presidente de la República. En ese trabajo, el entonces estudiante defendía los logros opositores y cuestionaba la “campaña represiva y descarada” que a su juicio imponía el gobierno de Chávez.

“Incrementamos la participación, la aumentamos en 17% mientras que el gobierno en ese mismo lapso solo llegó al 8%”, señaló en la entrevista con respecto a los resultados de la contienda; mientras insistió en las posibilidades de superar al gobierno en elecciones futuras.

Cuando fue consultado sobre su posición respecto a Chávez, aseveró que era un “demagogo” y que esa era la razón fundamental por la que la llamada revolución bolivariana no contaba con el apoyo de los estudiantes venezolanos.

En aquel entonces comparó al país con una fiesta precaria, debido a las decisiones tomadas por el sistema político que hoy defiende desde la acera del gobierno. “El país que nos tocó vivir es como cuando llegas a una fiesta y no encuentras nada, ni comida, ni bebidas, ni pasapalos. Eso fue lo que encontramos, por eso nos tocó aprender sobre la marcha”, aseguró para el diario.

Deuda pendiente

Reconoció su respeto al expresidente por ser “la autoridad del país”; sin embargo, fue tajante al explicar que le hubiera dicho si tuviera la oportunidad, en su momento, de hablarle en persona. “Le recordaría que tiene una deuda con el país, con todos los sectores, porque no ha trabajado en la solución de los problemas, sino se ha empeñado en mantener una campaña eterna, y las elecciones no son sinónimo de democracia”.

Como dato curioso, seis años después de esa aseveración, dos de la muerte del expresidente y a dos meses de unirse formalmente al oficialismo; Ricardo Sánchez en entrevista concedida al diario Ciudad Petare en octubre de 2015, definió a Chávez como una figura fundamental que entendió las necesidades de los venezolanos.

“Llegó a la política para transformarla; hay un antes y un después de Chávez en la política venezolana. (…) cualquier dirigente político tiene que bajar del Olimpo, obligatoriamente tiene que pisar tierra porque el venezolano exige tener el acompañamiento del dirigente político y que se transforme en un dirigente social, que sienta, sufra, se emocione, que viva la misma vivencia del pueblo venezolano”, manifestó el ahora diputado suplente oficialista.

Cuando el río suena…

A pocos días de la muerte del exmandatario; Ricardo Sanchéz ofreció declaraciones paraNoticias 24 Radio, en las que señaló que había sido “un hecho que no solo consternó al país sino a la comunidad internacional y es importante reconocerlo y aceptar las cosas positivas que trajo para Venezuela”.

En medio de la transición post muerte presidencial, Sánchez mostraba los primeros signos de discrepancias con la oposición; cuando en las mismas declaraciones criticó a Henrique Capriles, tras la polémica por la juramentación de Nicolás Maduro como presidente encargado.

El gobernador de Miranda criticó la medida y acompañado por el bloque opositor calificó de “espuria” la juramentación, alegando que en caso de ausencia presidencial la Constitución establece que el presidente del Parlamento debe asumir la presidencia del país por 30 días antes de la realización de nuevas elecciones.

A eso, Sánchez, quien desde un principio sí estuvo de acuerdo con la juramentación, dijo: “lo expresado por Capriles no nos representa para nada, no se puede seguir cayendo en ese mar de contradicciones y desaprovechar el terreno para fomentar el diálogo”.