Empleados de la librería Leer 2000 manifestaron su descontento ante el gerente del establecimiento, pues consideran que las dos horas diarias de trabajo que tienen podrían ser utilizadas para hacer cola.
Luisa Guevara, empleada y una de las principales afectadas por la “larga jornada laboral”, fue de las primeras en manifestarse a favor de una reducción de las dos horas que pasa en su trabajo, a pesar de que fue contratada para cumplir 8 horas diarias. “Yo paso 6 horas en colas y dos horas en esta vaina haciendo nada. Porque aquí nadie viene a comprar libros. Toda la gente está en las colas de la comida. Deberían reducir el horario de trabajo, estoy perdiendo dos horas valiosas aquí, pudiendo estar fácilmente en el Bicentenario. Mira, mira bien la gente con las bolsas llenas de jabón. Y nosotros aquí, perdiendo el tiempo” fue el reclamo de Guevara ante el gerente, que volvía del mercado justo en ese instante.
El Chigûire Bipolar