Hace casi 40 años en el país sucedió algo que dejó en ridículo a los empresarios más importantes de la época, un supuesto Jeque millonario de los países árabes visitaba la capital. La noticia llegó a los oídos de todo los inversionistas más cotizados de aquel entonces, ya la llegada de este “jeque” generaría incremento de empleo, avance para el país y buenos ingresos para los que hicieran negocios con él.
El jeque se llamaba Alá Al-Tamani y en 1982 llegó a Caracas, cargado de maletas, acompañado de 25 mujeres, las cuales 12 eran sus esposas y un gran equipo de seguridad. Los empresarios que ya estaban avisados de la visita de este personaje, pretendían hacer negocios con árabe, según los que saben bien el cuento, el monto sería en cantidades millonarias de bolívares, que para ese tiempo era bastante.
Según la descripción de quienes lo vieron, el jeque era un hombre alto moreno y de bigote; empresarios, conocedores del petróleo estaban extasiados con la presencia del sujeto.
Durante su estadía, se hospedó en Hotel Tamanaco, uno de los más lujosos y novedosos del momento. El extranjero, comió, bebió, bailó y paseó con dinero de sus “amigos venezolanos inversionistas”, quienes alcahuetearon a su invitado para poder hacer “negocios” con él más tarde. Sin embargo, todo resultó mal para aquellos que aportaron sus bolívares, oro, dólares y hasta animales.
En un día entregó muchos cheques la mayoría en horas de la tarde para que las personas fueran al otro día a cobrar el dinero. Muchos entregaron oro, algunos ahorros que para ese tiempo estaba la moda de ahorrar. De hecho aun anda rodando una famosa foto del Jeque bailando salsa con una modelo venezolana de ese tiempo.
Muchos entregaron dólares, dijo que no quería animales ya que no tendría como mantenerlos en su tierra; y que los mismos no soportarían el calor del desierto.
Todas las personas se fueron bien temprano al banco a cobrar, entregó cheques de tres agencias bancarias. Pero la sorpresa fue que ningún cheque tenía fondo, fue un fraude. Muchas personas enseguida se agolparon horas después en el lobby del famoso hotel.
Pero era tarde ya el Jeque se había marchado de Venezuela, luego de provocar un gran fraude. Muchos de los empresarios que quedaron retratados al lado de El Jeque pasaron la vergüenza.