Puntos blancos
Son causados por alguna lesión en las uñas o falta de zinc. Para solucionar esto debes consumir 50 mg diarios de zinc. Si no dispones de algún suplemento, lo puedes encontrar en alimentos como guisantes, semillas de calabaza, carnes rojas y semillas de sésamo.
Uñas agrietadas o quebradizas
Bajos niveles de biotina (un tipo de vitamina B) o falta de humedad. Para contrarrestar esta situación puedes ingerir 1mg de un suplemento de biotina, dos o tres veces al día. Sin embargo, toma en cuenta que notarás los resultados al cabo de unos seis meses. Aunque son soluciones menos efectivas que la biotina, también puedes comer gelatina, minerales coloidales y suplementos de calcio.
Uñas amarillas
Ocurren por falta de vitamina E o porque no permites que las uñas pasen suficiente tiempo sin esmalte. La solución más común es ingerir 400 IU de vitamina E, dos veces al día. Igualmente se haya en alimentos como el aceite de germen de trigo, avellanas, maní, batatas y almendras.
Abolladuras o arcos en sentido horizontal
La abolladura es señal de que la capacidad de crecimiento de las uñas ha sido afectada por psoriasis, deficiencias alimenticias, fiebre alta o traumas posteriores a una cirugía. En cambio, si las uñas se arquean significa que han sido expuestas a un trauma frecuente como golpes en el borde superior o morder las cutículas.
La solución es sencilla: garantizar la ingesta diaria recomendada de 55 gramos de proteínas, al igual que tomar algún suplemento de vitamina A (alrededor de 10 mil IU diarios). También puedes incluir 3 mg diarios de silicio orgánico (Ácido ortosilícico estabilizado con colina) para ayudar a fortalecer las uñas.
Hongos
Aparecen si las uñas se exponen constantemente a calor y humedad. Es fácil de identificar ya que la uñas se torna más gruesa, parte de la uña se separa de la piel y asume un color amarillento o verdoso. Se recomienda sumergir las uñas 15 minutos diarios en aceite de árbol de té y repetir hasta haber eliminado el hongo.
Fuente: http://lawikiguia.com/