¿Cómo será la temporada de tormentas en el atlántico este 2020?

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Generalmente, un año estándar depara unos 12 ciclones tropicales con nombre, de entre los que 6 se convierten en un huracán. En esta temporada se prevén entre 13 y 19 tomentas tropicales y 10 podrían llegar a ser huracanes. Las temperaturas de la superficie el océano Atlántico han sido cálidas hasta ahora y este es un factor que ayuda al desarrollo de las tormentas. También tendrán a La Niña como aliada, que debilita los vientos del oeste en la atmósfera y genera una baja cizalladura vertical del viento alrededor de las Américas, algo ideal para la supervivencia de los ciclones.

Tormenta Gonzalo un récord

La séptima tormenta tropical en el Atlántico del año acaba de gestarse, tiene el nombre de Gonzalo y, a pesar de su corta vida, ya ha batido un récord. De momento no se prevé que vaya a ser especialmente potente, ahora mismo lo más probable es que no obtenga categoría de huracán, pero es extraordinaria por su precocidad. Desde que se iniciaron las observaciones satelitales, hace cerca de medio siglo, nunca se habían visto siete tormentas tropicales antes del 24 de julio en el Atlántico.

Según el último análisis de la NOAA, Gonzalo ya presenta vientos sostenidos de 75 km/h. Las imágenes de satélite dejan entrever este reforzamiento, a través de su aspecto vigoroso y organizado. Está en un ambiente con una cizalladura baja y esto favorece su desarrollo, ya sin el aire seco y cargado de polvo suspensión que ha presentado la región hasta hace apenas unos días, que también inhibían la formación de estos sistemas.

En las próximas 48 horas continuará profundizándose, al menos hasta llegar a las inmediaciones de Barbados el sábado, cuando se prevén rachas máximas de hasta 120 km/h. Tras cruzar las islas de Granada y San Vicente, debería empezar a menguar su actividad, aunque aún existe bastante incertidumbre en la evolución posterior.

Las anomalías que trae esta tormenta

Este ciclón es el primero que ha aparecido este año en la llamada “región de desarrollo principal”, saliendo de las ondas que llegan desde África. Normalmente esta zona suele albergar actividad a lo largo del mes de agosto, no tanto en julio como en este caso. Esto deja entrever la hiperactividad de la temporada que se preveía desde el inicio de la primavera.

Hasta hoy, el récord en la formación de la séptima tormenta con nombre en el Atlántico databa del 24 de julio de 2005. Por entonces, un tal ‘Gert’ sobrevoló el océano sin tanta repercusión mediática, porque antes ya se habían registrado hasta tres huracanes, dos de ellos importantes: Dennis y Emily. Esta temporada está ganando a la de 2005 en precocidad pero no en intensidad. De momento, todos los ciclones como mucho han alcanzado la categoría de tormenta tropical.