Uno de los grandes dolores de cabeza para los padres es que sus hijos coman frutas y verduras, por eso te damos unos tips para lograrlo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir un mínimo de cinco raciones de frutas y verduras al día, ya que reduce el riesgo de desarrollar distintas enfermedades como obesidad, enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer, hipercolesterolemia y diabetes tipo 2, entre otras.
Según explica Amaru Latorre, nutricionista de OK to Shop, las frutas y verduras son una enorme fuente de vitaminas, minerales, fibra dietética, antioxidantes y agua. Nutrientes que son necesarios para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños.
5 tips para incentivar el consumo de frutas y verduras en niños:
- Presentación: es importante entregar un plato llamativo, con colores, ya que si se ve aburrido no lo comerán. Por eso se recomienda combinar verduras de diferentes colores para hacerlo más atractivo. También se puede jugar con las formas, para presentarles algo lúdico, atractivo y divertido.
- Sabor: traten siempre de escoger frutas más maduras, pues son más dulcecitas, ya que a los niños no les gustan los sabores muy ácidos o amargos.
- Preparación: hay alimentos que según como se prepare, cambia su sabor. La idea es ir variando para hacerlo más sabroso, también mezclar con otras comidas, para que su sabor se disimule. Además, se pueden preparar sopas o chapsui, tortillas o alguna otra receta donde no se vea una ensalada como tal.
- No premiar con comida: no se debe dar dulces o cosas “ricas” a un niño por hacer algo bien, pues esto lo condiciona a pensar que si le dan alimentos que no le gustan es por castigo. Evitemos que los niños hagan estas asociaciones: “si me dan ensalada es porque me porté mal”. La comida es para nutrirnos, por eso es importante hacerles ver que cada vez que coman frutas y verduras es para tener un cuerpo sano y fuerte.
- Los niños aprenden por imitación: si un niño lo ve a usted comer ensalada, él va a querer hacerlo, por el contrario, si usted nunca come y solo le da él, no tendrá deseo de comerlo o sentirá que lo tratan diferente. Así que ya saben, ¡hay que predicar con el ejemplo!