Un inspirador mensaje a través de las fotografías
Esta escandinava se toma selfies con poca ropa, pero no intenta ser una más de las internautas hot. Ella documenta en su cuenta en la red social cómo se repone de una enfermedad.
La joven de 20 años intenta ganar peso. Así, las fotos que sube a su cuenta de Instagram alternan entre los autorretratos y platos exquisitos. Panqueques, donas, dulces, Nutella; pero también frutas, verduras y cereales… todo para cumplir el objetivo.
La lucha de Amelie comenzó en 2012 y el proceso no fue fácil. Recién un año después logró ayuda en la unidad ambulatoria de un hospital. «Pasé por una fase depresiva a mitad de mi adolescencia y mi percepción de mí misma llegó a su nivel más bajo«, dice la joven originaria de Stavanger, Noruega, que ahora vive en Londres.
«Yo sólo quería desaparecer. Mi trastorno alimenticio no tenía que ver con parecerse a una modelo. Sino que hice reglas extrañas para mí misma acerca de lo que me permitía comer, cuándo, dónde; incluso qué cuchara usar. Estas reglas me hacían pensar que yo tenía el control. Pero lo perdó y esa necesidad obsesiva llegó a controlarme en todos los sentidos».
Amelie se encarga de dejar bien en claro que el camino es muy complicado, pero no imposible. «No experimenté un momento mágico donde comencé a recuperarme. Fueron pequeñas cosas que me hicieron elegir la recuperación», contó. La joven se niega a decir cuál fue su peso más bajo para evitar que el dato actúe como disparador de la enfermedad en otras personas.
El asombroso proceso de recuperación está en Instagram: «Mis seguidores son increíbles y los veo como amigos. He estado documentando desde el principio y es raro mirar hacia atrás. La gente me siguen porque soy real y honesta».
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