7 cosas cotidianas e inteligentes que mejorarán tu vida

Cómo combatir la rutina en el trabajo

Para ejercitar la mente no hace falta ser rico y tener mucho tiempo libre. Al contrario de lo que muchos piensan, la inteligencia no se compra y está en muchas partes. En este artículo te contamos algunas cosas que puedes hacer todos los días y que ayudan a estimular tu cerebro sin gastar un duro (ni mucho tiempo). Toma nota y saca provecho a tus días.

 

Busca la respuesta a todas tus preguntas

 

Por muy tonta que sea la cuestión que se te pasa por la cabeza, si logras resolverla te irás a dormir sabiendo una cosa más. A la larga acabarás por tener conocimientos de un montón de cosas que nunca hubieras aprendido de otra forma y esto es muy útil.

 

Escoge un pasatiempo productivo

 

Tirarse al sol está muy bien, pero si te tiras al sol aprendiendo a tocar la guitarra, leer un libro en inglés o calcetar, además de esta

 

Haz un par de listas de tareas pendientes

 

Una con metas urgentes y otra con metas a largo plazo. Ver las cosas por escrito y en paralelo te ayudará a organizarte, a decidir qué es más importante para ti y a escoger adecuadamente en qué ocupar el tiempo.

 

Lee noticias, reportajes, tweets…

 

Tienes un smartphone y un largo trayecto en transporte público hasta el trabajo, ¿qué tal si dejas los jueguecitos y lees algo? Las webs de información te ofrecen contenido gratis del que aprender y con el que ejercitar tu capacidad lectora.

 

O lee un libro (poco a poco)

 

La de no tener tiempo es una excusa que todos ponemos para no leer sin darnos cuenta de que es pésima. Igual que miras el móvil puedes mirar un libro. Además, ahora que las pantallas son enormes, incluso puedes leer en tu móvil.

 

Habla con la gente

 

De todo se aprende y también de todos. La conversación es una de las fuentes de aprendizaje más primitivas y enriquecedoras, ¿por qué no la vas a utilizar tú también? Seguro que a tu alrededor hay personas que tienen mucho que aportar.

 

Explora

 

Si no puedes ir muy lejos por cuestiones de tiempo o dinero, seguro que tu ciudad tiene cosas que nunca viste o visitaste, ¿a qué esperas? Parques, museos, bares… siempre hay algo esperándote.

 

Fuente: Forbes