La primera beata venezolana entre los cuerpos incorruptos venerados por la Iglesia Católica, Madre María de San José

Con la exhumación del joven Carlos Acutis, cuyo cuerpo fue hallado en perfecto estado, es decir incorrupto, trae al recuerdo tantas otras personas que fueron canonizadas o van vías a la canonización, cuyos cuerpos han sido encontrados incorruptibles.

La historia de la Iglesia está reforzada con la historia de vidas de personas que desde su fe  y con una conducta intachable, se han acercado más a Dios cumpliendo y viviendo según su voluntad. Estos son considerados santos y proclamados como tal por la Iglesia, por lo se necesita de algo de estas personas para su veneración,  de allí el rito de la exhumación, con la que se han registrado muchos casos de venerables, beatos y santos, cuyos cuerpo han sido encontrados incorruptos.

El caso más reciente es el del joven Carlos Acutis, el cyberapóstol de la Eucaristía, como es conocido, que tras 14 años de haber fallecido su cuerpo se encontró en perfecto estado, sin descomposición alguna.

Pero no ha sido solo Carlos Acutis,   han sido muchos, pero de entre tantos destacaremos tres: la Madre María de San José: Primera Beata de Venezuela, Santa Bernadette Soubirous y santa Clara de Asís, mano derecha de San Francisco de Asís.

 

Madre María de San José: Primera beata de Venezuela

 

La primera Beata venezolana: Laura Evangelista Alvarado Cardozo, o  Madre María de San José, como es mejor conocida. Hija de Clemente Alvarado y Margarita Cardozo, nació en Choroní, un pueblo del Estado Aragua, en Venezuela, el 25 de Abril de 1875.

El 07 de mayo de 1995 se celebró la beatificación de la Madre María de San José, fundadora de la congregación Hermanas Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús, para niñas abandonadas y ancianos en situación de pobreza.

Desde muy niña atendió al ferviente llamado de consagrar su vida a Dios, con un gran fervor por la Eucaristía. Durante su primera comunión en 1888, realizó sus primeros votos, los cuales renovó en 1893, tras fundar la Sociedad de las Hijas de María, junto al sacerdote Justo Vicente López Aveledo.

Desde muy joven, trabajó voluntariamente en centros de salud, tanto en Maracay como en distintas ciudades del país, llegando incluso a administrar el Hospital Central de Maracay teniendo apenas 24 años de edad; todo esto con el apoyo de otras jóvenes voluntarias que asumieron el compromiso junto a ella.

Entre su servicio a las niñas abandonadas y los ancianos, la Madre María de San José fundó casas hogares para su atención, servicio que acompañó con una ferviente adoración a Jesús Eucaristía; devoción que forma parte intrínseca de la congregación fundada por ella misma.

La Beata Madre María de San José fallece con 91 años de edad, el 02 de abril de 1967 en el Hogar Inmaculada Concepción en Maracay, a causa de una trombosis.

Su proceso de beatificación inició en 1978. La aprobación del milagro que le concedió este título, fue en el año 1993, por el entonces Papa Juan Pablo II y en 1994 fue trasladado su cuerpo incorrupto para su veneración del Hogar Inmaculada Concepción en Maracay, donde vivió y en cuya capilla estaban enterrados sus restos mortales., hasta el  Santuario homónimo, en la Ciudad de Maracay.

La primera beata venezolana: Madre María de San José

Santa Bernadette Soubirous, nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleara después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita.

Desde el 11 de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año, la  Virgen María se le aparece 18 veces a Bernardita, a quien le dijo: «No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra». Y así sucedió.

La vida de la jovencita, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades, penalidades y humillaciones, pero con todo esto fue adquiriendo un grado de santidad tan grande que se ganó enorme premio para el cielo.

El 16 de abril de 1879, exclamó emocionada: «Yo vi a la Virgen. Sí, la vi, la vi ¡Que hermosa era!» Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada: «Ruega Señora por esta pobre pecadora», y apretando el crucifijo sobre su corazón falleció. Tenía apenas 35 años.

A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella empezó a realizar milagros de Dios en favor de los que le pedían su ayuda. Y el 8 de diciembre de 1933, el Santo Padre Pío XI la declaró santa.

El cuerpo perfectamente conservado de Santa Bernardita Soubirous es uno de los casos médicos estudiados más inusuales. En base a tres exhumaciones del cuerpo de la Santa.

Desde el 3 de agosto de 1925, el cuerpo intacto de la Santa se encuentra expuesto en un relicario de cristal en la capilla del monasterio de Saint-Gilard en la ciudad francesa de Nevers. La ciudad está ubicada en Borgoña, a 260 km de París.

Este es el contenido de la inscripción en la capilla al lado del cuerpo de la Santa: “El cuerpo de Santa Bernardita ha estado descansando en esta capilla desde el 3 de agosto de 1925.”

Está intacto y “como si estuviese petrificado”, como dijeron los médicos forenses, así como las autoridades seculares y eclesiásticas con motivo de las exhumaciones de 1909, 1919 y 1925.

En ese momento, se fabricó un relicario de cristal en el que descansa el cuerpo de Santa Bernardita. Las monjas cubrieron la cara y las manos de la Santa con una fina capa de cera. Actualmente, el relicario se encuentra en una hermosa capilla fuera del recinto para que pueda ponerse a disposición de los visitantes.

El cuerpo maravillosamente conservado de Santa Bernardita alienta a los visitantes a imitar su vida y a tomar en serio el mensaje de la Inmaculada Concepción transmitido por la visionaria.

Cuerpo de Santa Bernardita

Santa Clara de Asís nació en Asís, Italia, el 16 de julio de 1194, fue una religiosa y santa italiana. Seguidora fiel de san Francisco de Asís, con el que fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas, Clara se preciaba de llamarse “humilde planta del bienaventurado Padre Francisco”. Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció en el monasterio de San Damián hasta morir.

Clara fue la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres. En su contenido y en su estructura se aleja de las tradicionales reglas monásticas. Sus restos mortales descansan en la cripta de la Basílica de santa Clara de Asís.

Fue canonizada un año después de su fallecimiento, por el papa Alejandro IV.

El cuerpo incorrupto de Clara de Asís con tratamiento de cera siglos después de su muerte. Se encuentra en la Basílica de Santa Clara de Asís.

El Papa Francisco visita cuerpo incorrupto de Santa Clara de Asís