Agosto llega con al menos tres acontecimientos destacados para los amantes de la astronomía: dos superlunas y la esperada lluvia de Perseidas. La primera superluna, conocida como la del ‘esturión’, ocurrirá el martes 1 de agosto; mientras que la segunda, llamada ‘azul’, sucederá el jueves 31. Por su parte, el pico de las Perseidas -las ‘lágrimas de San Lorenzo’- se producirá la madrugada del 12 al 13 de agosto.
Las superlunas acontecen cuando la órbita del satélite terrestre está en su perigeo, lo más cercana posible a nuestro planeta, y al mismo tiempo se halla en plenilunio -Luna llena-. Entonces se puede ver casi un tercio más brillante de lo normal, y hasta un 14% más grande; aunque se trata únicamente de una percepción, ya que no cambia de tamaño.
La Luna gira sobre la Tierra con un período de aproximadamente 28 días, pero su órbita no es circular, sino que describe una elipse, y ese es el motivo por el que la distancia Tierra-Luna no es siempre la misma y, por tanto, tampoco lo son el tamaño y brillo que percibimos de su imagen. Así, se producirá una superluna si la fase de plenilunio sucede cerca del perigeo lunar -el punto más cercano a la Tierra en la órbita lunar-.
La ‘Luna del esturión’, que tendrá lugar el primer día del mes, se llama así porque agosto era la fecha más propicia para que las tribus nativas norteamericanas pescasen esturiones, que abundaban por estas fechas en la región de los Grandes Lagos, en la actual frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Se denomina ‘Luna azul’ a la segunda luna llena que ocurre durante un mismo mes del calendario gregoriano (el usado habitualmente en Occidente), lo que acontece aproximadamente cada 2,5 años. En agosto de 2023, este fenómeno se producirá el último día de mes.
La gran cita de las Perseidas
Este será un año excelente para observar las Perseidas, puesto que su máximo se producirá tres días antes la Luna nueva (el novilunio tendrá lugar el 16 de agosto), según indica el Instituto Geográfico Nacional en su página web. La máxima actividad de la lluvia está prevista entre los días 12 y 13 de agosto.
La lluvia de las perseidas es una lluvia de meteoros (comúnmente llamados «estrellas fugaces») cuyo pico sucede todos los años hacia el 12 de agosto, aunque comienzan habitualmente a verse hacia el 17 de julio y terminan hacia el 24 de agosto. Las perseidas también reciben el nombre popular de «lágrimas de San Lorenzo» por la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto, día de la festividad del mártir del mismo nombre.
Las perseidas son visibles desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 kilómetros por segundo y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora. Su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las Perseidas la lluvia de meteoros más popular, y la más fácilmente observable de las que tienen lugar a lo largo del año.
¿Cómo ver las superlunas y las Perseidas?
Para poder disfrutar en todo su esplendor de las dos superlunas de agosto y de la lluvia de Perseidas, los expertos recomiendan encontrar un lugar alejado de los núcleos urbanos, en el que haya la menor interferencia lumínica posible. No es necesario utilizar telescopios, ni ningún otro tipo de instrumento óptico.
Es importante recordar que nuestros ojos tardarán unos 30 minutos en adaptarse a la oscuridad, por ello también es recomendable no usar el móvil para evitar que el brillo del teléfono afecte negativamente a la visión.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.
En el caso de las Perseidas, aunque parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
El número de meteoros observables por hora es muy variable. En un sitio bien oscuro y con el radiante alto sobre el horizonte puede superar el centenar. Sin embargo, el número de meteoros observados por hora puede variar muy rápidamente según varía la densidad de fragmentos en la estela del cometa, por ello las predicciones concretas sobre número específico de meteoros dependiendo del día y la hora son difíciles de realizar y suelen estar afectadas de una incertidumbre alta. RTVE