La fiscal general de Nueva York anunció el jueves que alcanzó un acuerdo con la aplicación de videoconferencias Zoom para mejorar la seguridad de sus más de 200 millones de usuarios, luego de la irrupción de desconocidos gritando insultos y consignas nazis en sus conversaciones o clases en línea.
La fiscal Letitia James dijo que el acuerdo mejorará la seguridad de los datos y los controles de los usuarios en esta aplicación que se ha tornado fundamental durante la pandemia de coronavirus.
Zoom celebró unas 300 millones de videoconferencias diarias en abril, contra 10 millones en enero, un alza de más de 3.000% en cuatro meses, según la fiscalía.
Los estudiantes y las escuelas tendrán acceso a medidas de seguridad adicionales, indicó James en un comunicado.
«Este acuerdo implementa protecciones para que los usuarios de Zoom puedan controlar su privacidad y seguridad, y para que lugares de trabajo, escuelas, instituciones religiosas y consumidores no tengan que preocuparse cuando participan en una videoconferencia», dijo la fiscal.
La fiscalía investigaba desde marzo a Zoom tras denuncias de usuarios que súbitamente vieron imágenes pornográficas y racistas inundar sus pantallas durante videoconferencias.
Además del denominado «Zoombombing», se revelaron fallas de privacidad y seguridad de datos: la información no estaba encriptada y se filtraron datos personales de usuarios a otros sin su consentimiento. Zoom también compartía la información con Facebook, incluido la de aquellos que no tienen cuentas en la red social.
El acuerdo apunta a mejorar todas estas fallas y problemas de privacidad y seguridad.
Zoom no solo es utilizado por muchos particulares que trabajan desde casa y ahora están en cuarentena o practican el distanciamiento social, sino también por empresas y escuelas que han cerrado sus puertas y dan sus clases en línea.
La empresa Zoom, basada en Silicon Valley, aseguró entonces «tomarse muy en serio la vida privada, la seguridad y la confianza de sus usuarios».