Al día de hoy la comunicación a través de las aplicaciones que tienes en el móvil se ha vuelto una total necesidad. Desde iMessage, Telegram hasta WhatsApp y Signal, estas apps mantienen a todos conectados con el mundo.
Sin embargo, cada una de ellas funciona de forma independiente, lo que complica la comunicación entre ellas, es decir, que cada persona pueda usar una en concreto, Signal, por ejemplo, y pueda hablar con otro que usa una diferente como WhatsApp.
Teniendo precisamente esto como base, WhatsApp ha decidido cambiarlo todo permitiendo la interoperabilidad con otras aplicaciones de mensajería.
Después de dos años de desarrollo, la compañía quiere simplificar la comunicación del siglo XXI, permitiendo a los usuarios enviar mensajes, compartir archivos y hacer llamadas desde diferentes aplicaciones, eliminando la necesidad de usar una u otra. Las llamadas y los chats grupales se dice que llegarán años después.
La DMA de la Unión Europea ha jugado un papel clave en esta apertura de WhatsApp
Sin embargo, este cambio no ha sido impulsado únicamente por decisiones internas de WhatsApp. La presión regulatoria, especialmente en Europa, ha jugado un papel importante en esta evolución.
La designación de Meta, la empresa matriz de WhatsApp, como uno de los gatekeepers bajo la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea ha jugado un gran papel para que la compañía abra su ecosistema, al igual que ocurrido con Apple y App Store.
En última instancia, esta iniciativa busca crear un entorno más abierto y equitativo para los usuarios, donde tengan la libertad de elegir la aplicación de mensajería, en este caso, que mejor se adapte a sus necesidades sin verse limitados por restricciones de tener que usar una otra.
A medida que poco a poco WhatsApp se prepara para implementar la interoperabilidad, que, por el momento, se desconoce cuándo ocurrirá —aunque previsiblemente este mismo 2024—, cuidado porque parece que no va a ser tarea fácil.
Tal y como se explica en The Wired, va a enfrentarse a algún que otro problema técnico y logístico. Al final, este proceso de integración de diferentes plataformas de mensajería conlleva la necesidad de garantizar, primero, la seguridad y privacidad de los mensajes, y, en segundo lugar, la compatibilidad entre sistemas que utilizan protocolos y estándares diferentes.
«Existe una tensión real entre ofrecer una manera fácil de ofrecer esta interoperabilidad a terceros y al mismo tiempo preservar la privacidad, seguridad e integridad de WhatsApp», explica Dick Brouwer, director de ingeniería de WhatsApp. «Creo que estamos bastante contentos con el lugar donde hemos aterrizado», añade.