El uso – y abuso – de los videojuegos no deja de estar rodeado de polémicas y dudas sobre sus posibles perjuicios.
Desde aquellas personas que consideran que distraen a los jóvenes de sus estudios, hasta quienes los acusan de generar violencia y provocar que se confunda la realidad con la fantasía de los videojuegos.
Tanto es así, que la OMS empezó a hablar hace unos años del «desorden de los videojuegos» y se ha asociado su uso excesivo con el riesgo de padecer una vida sedentaria y obesidad. Sin embargo, no todo es negativo. Varias investigaciones relacionan el uso de los videojuegos con la mejora de algunas habilidades psicomotoras. Además, en los últimos años han ido apareciendo nuevos videojuegos que nos animan a movernos más.
Aumento de la capacidad de atención
Una de las cosas que algunas investigaciones han encontrado entre las personas que juegan a videojuegos es una mayor capacidad para prestar atención al mismo tiempo que filtran mejor las posibles distracciones.
En concreto, una investigación realizada en jugadores que usaban habitualmente videojuegos basados en disparar encontró que estas personas se distraían con menos facilidad por otro tipo de informaciones visuales. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que no encontraron esta misma relación en personas que jugaran a otro tipo de juegos.
Mejora de la coordinación
El uso de videojuegos también ha sido relacionado ocasionalmente con un aumento de la capacidad motora, concretamente entre la vista y las manos. algunas investigaciones han encontrado que las personas que juegan a videojuegos pueden demostrar mayor facilidad para resolver y aprender actividades motoras novedosas.
No es el único estudio, una investigación realizada en personas mayores encontró que la utilización de videojuegos que implican actividad – como los que invitan a imitar pasos de baile o de otros deportes – podrían aumentar las capacidades de movilidad y equilibrio de estas personas.
Más rapidez de reacción
Una revisión realizada sobre las investigaciones llevadas a cabo hasta 2013 con respecto a los beneficios de los videojuegos en nuestras capacidades físicas encuentra que muchas de las investigaciones todavía necesitan confirmación, ya que la metodología de algunas de estas investigaciones tiene serias debilidades.
En cualquier caso, lo que sí encuentran en esta revisión es que la utilización de videojuegos parece estar relacionada con mejoras en la capacidad visual. Entre otras cosas, mejoraría la visión espacial o nuestro tiempo de reacción.
Mayor facilidad para resolver problemas
Una de las dudas que los investigadores han tenido con relación a la conexión entre el uso de videojuegos y la mayor capacidad para resolver problemas ha sido descubrir si los videojuegos mejoraban esta capacidad o las personas con dicha capacidad jugaban en mayor medida videojuegos.
Por ello, en 2013, se realizó una investigación en la que se evaluaban a lo largo del tiempo a algunos niños que jugaban a videojuegos de estrategia. Los resultados encontrados indicaban que cuánto más jugaban los niños y las niñas a practicar con estos videojuegos de estrategia más capacidad de resolución de problemas mostraban.
Aumento de la relajación
No todos son videojuegos de guerra o de estrategia y, por tanto, no todos tendrían los mismos efectos. Tanto es así que, algunos videojuegos concretos, como los de elaboración de puzles podrían reducir nuestros niveles de estrés.
Eso sí, debemos tener en cuenta que estos beneficios en nuestra salud psicológica pueden depender del número de horas dedicadas a los videojuegos. Así, las personas que juegan pero dedican menos de una hora por día parecen presentar menos problemas emocionales y se sienten más satisfechas.
Sin embargo, esa misma investigación encuentra que las personas – especialmente los niños – que dedican más de tres horas al día sienten menos satisfacción. Por ello, aunque los videojuegos pueden traernos ciertos beneficios, también debemos saber que su uso abusivo también podría suponer algún problema. Como en casi todo, en la moderación está el gusto. reseña vitónica