Herramientas para periodistas en 2025 y el efecto que tienen sobre las noticias

Foto periodista

La inteligencia artificial pasó de ser una anécdota a ser una de las bases de la creación de contenido en internet durante todo el 2024 y, probablemente, durante el 2025. En la labor periodística, esto implica una aceleración de los procesos de trabajo de la información, pero también presenta grandes desafíos, vinculados al volumen creciente de noticias falsas, generadas a través de los lenguajes generativos y los software de creación de imágenes con Inteligencia artificial.

En este artículo repasamos algunas de esas herramientas que están facilitando la vida de los creadores de contenido digital y echaremos un vistazo a las problemáticas que probablemente sean más frecuentes en el año que comienza.

De YouTube a la redacción y viceversa

El contenido en video ha cobrado una importancia mayor en los últimos años, ya sea porque profesionales dedicados a la gráfica han tenido que adaptarse al formato de video o porque parte de las fuentes vienen de servicios informativos disponibles vía streaming o a través de YouTube.

Para esas personas, las herramientas como Happy Scribe, que permiten transcribir y traducir audio en directo desde la fuente, son grandes aliadas para hacer más rápido el proceso de escritura. Anteriormente, los periodistas debían dedicar horas a la desgrabación de entrevistas y a la traducción correcta de información proveniente del exterior.

Además, otra de las grandes ventajas de este tipo de software es que permiten evitar errores humanos relacionados al ruido de fondo o la pronunciación del hablante, a la vez que ofrecen un sinnúmero de lenguajes disponibles para elegir, sin necesidad de contratar a un profesional de la traducción en francés, en inglés, en alemán o en otras lenguas.

Corrección de texto y adaptación de formatos

A las herramientas de transcripción de texto se le suman aquellas que ayudan a mejorar la calidad de ese contenido de forma casi automatizada. Estamos hablando de aliados digitales como Grammarly, que chequean la ortografía y la legibilidad de los textos, al mismo tiempo que ofrecen opciones para hacerlos más amigables con el público objetivo, ya que en muchas ocasiones los redactores están inmersos en la noticia y pueden no darse cuenta que están hablando de sujetos y cuestiones que no son familiares para sus audiencias.

Hoy el proceso de difusión de una noticia va mucho más allá de su mera redacción y publicación, dado que existen otras vías para darla a conocer cómo son las redes sociales y los servicios de newsletters de los periódicos.

Para poder adaptar una noticia recién publicada a estos distintos formatos y darla a conocer inmediatamente, los profesionales de los medios a cargo de las redes sociales usan herramientas con Inteligencia artificial para adaptar cada publicación al lugar donde será publicada.

Inclusive, ahora es posible hacer videos con hosts creados enteramente con inteligencia artificial para poder publicar un guión en forma de video en las redes sociales donde prima este formato (como TikTok o Instagram) en pocos minutos.

Algunos de los desafíos que enfrenta el periodismo en 2025

Estamos en una de las eras más desafiantes para los profesionales del periodismo, por varios motivos. Por un lado, un contexto marcado por la polarización social y por el avance de mecanismos de desinformación masiva que corren como la pólvora en los canales de Internet.

Las fake news están a la orden del día y se reproducen a una velocidad tan rápida que algunos autores han llamado a esta época la era de la posverdad, un neologismo que alude al uso de las mentiras para sostener ideologías, sin la mínima intención de verificar los datos.

La inteligencia artificial, a través de herramientas de generación de imágenes y contenidos no reales a golpe de clic, no han hecho más que acelerar el proceso de creación de fake news.

A este panorama se suman los retos de sostenibilidad económica de los medios, minados por la migración publicitaria a gigantes tecnológicos como Google y Meta, que monopolizan el gasto de las empresas en auspicios.

Sin embargo, no todo está perdido. La situación antes descrita hace que los periodistas independientes, dentro y fuera de los medios, cumplan un papel fundamental en el cribado de la información de calidad. Las personas que aprecian este tipo de contenidos están dispuestas a pagar por suscripciones a medios y newsletters.

Herramientas para verificar la información

Estos profesionales son expertos en el uso de herramientas como Google Fact Check Explorer y Snopes, que permiten verificar si una información ha sido desmentida previamente.

En el caso de las imágenes, los softwares como InVID y TinEye sirven para chequear la autenticidad de videos y fotos, mientras que para investigar en redes sociales los periodistas pueden hacerse de herramientas como CrowdTangle o Google Trends para unirse a la conversación global sobre determinados temas.

Usando todas estas herramientas es posible hacer periodismo de calidad, tanto en Venezuela como en cualquier otro país. Aunque la información abunde, siempre hay públicos dispuestos a pagar por contenidos de calidad, chequeados y verificados por profesionales serios.

Foto: Pexels.com