El Gobierno de Estados Unidos emitió este martes una orden para que todas sus agencias actualicen los sistemas operativos Windows a la última versión, tras una vulnerabilidad en el código detectada por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés).
«Lo más importante que puedes hacer para proteger tu seguridad cibernética es actualizar el software y, si eres usuario de Windows, hoy es tu día», reza la misiva de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) de la Administración estadounidense.
El fallo de código fue detectado por la NSA, que lo comunicó a Microsoft para que la empresa de Redmond (estado de Washington, EE.UU.) pudiese solucionarlo y poner a disposición de todos los usuarios (no sólo del Gobierno) una versión actualizada.
La vulnerabilidad permitía a un pirata informático acceder a información contenida en el ordenador o espiar las actividades que se llevaban a cabo en ese sistema, aunque desde CISA aseguraron que por el momento no tienen constancia de que este fallo haya sido aprovechado por ningún «hacker».
«CISA ha determinado que estas vulnerabilidades suponen un riesgo inaceptable para el desempeño gubernamental y requieren una respuesta de emergencia inmediata», indicaron desde la agencia en un comunicado, en el que también apuntaron que el fallo de código tiene «gran potencial para poner en peligro la integridad y confidencialidad».
Precisamente desde este martes, el sistema operativo Windows 7, uno de los más populares de la pasada década, ha dejado de recibir apoyo técnico, lo que hace a quienes sigan utilizándolo más vulnerables a ataques de piratas informáticos.
Según el portal Net Market Share, uno de cada cuatro ordenadores en el mundo sigue operando con Windows 7, pese a que Microsoft ya alertó hace un año de que a principios de 2020 dejaría de actualizar el sistema con nuevos parches a medida que se descubran potenciales ataques o debilidades en el software.
En la práctica, y como ya ocurrió hace unos años con el popular Windows XP, dejar de ofrecer actualizaciones y apoyo técnico hará a quienes no cambien a un nuevo sistema operativo más vulnerables a posibles virus, troyanos o ataques por parte de piratas informáticos.
Según los datos más recientes de diciembre de 2019, más de la mitad de los ordenadores de sobremesa o portátiles en el mundo tienen instalado Windows 10, la última versión del sistema operativo, pero un considerable 26,62 % siguen usando Windows 7.
El resto lo componen fundamentalmente usuarios de ordenadores Mac con sistemas operativos de Apple, de Windows 8 y 8.1 (unos sistemas intermedios entre el 7 y el 10 que nunca gozaron de gran popularidad), Linux y un 2 % de usuarios que se resisten a abandonar Windows XP, pese a que Microsoft ya no ofrece apoyo para este software desde hace cinco años.
Según los medios especializados, la razón fundamental por la que tantas personas siguen usando Windows 7 es la satisfacción general de los usuarios con este sistema operativo, así como la mala acogida que Windows 10 tuvo en un primer momento entre parte de los clientes. EFE.