El teléfono se ha convertido en algo indispensable en el a día de mchas personas. Aunque el uso del se ha generalizado, todavía son muchos los mitos que les rodean, especialmente los relacionados con la batería.
Existen falsas creencias relacionadas con su uso, la seguridad y sobre todo la duración de la batería, que sigue siendo su talón de Aquiles. Desde Eroski Consumer se desmontan algunas de esas ideas falsas, para tener unos conocimientos más adecuados sobre estos dispositivos y poder aprovecharlos al máximo. Hay que descargar la batería antes de cargarla de nuevo Este mito tiene su razón de ser, ya que las baterías de los primeros móviles tenían una especie de efecto memoria que reducía su capacidad con el paso del tiempo, si no se vaciaban por completo antes de iniciar una nueva carga. Pero las modernas baterías de iones de litio de los terminales actuales ya no tienen ese problema. Así que lo aconsejable es hacer pequeñas cargas con cierta frecuencia y mantener el nivel de batería entre un 50% y un 80%, en lugar de dejar que se vacíe del todo y cargarlo de nuevo hasta el 100%. Las apps en segundo plano consumen batería En contra de lo que se cree, las aplicaciones en segundo plano en general no gastan batería. No lo hacen porque al ponerlas en segundo plano (es decir, cuando se sale de ellas pero sin cerrarlas), el móvil las guarda en una especie de pausa en su memoria RAM. Y el sistema operativo es lo suficientemente inteligente como para gestionar esa memoria RAM de la forma más eficiente posible, liberando memoria cuando sea necesario sin que el usuario tenga que cerrar las apps a mano. De hecho, cerrar y abrir una y otra vez las aplicaciones puede ser más costoso en términos de uso de batería, ya que abrir una app desde cero requiere más energía y más recursos que sacarla de su pausa momentánea en la memoria RAM. Diferente caso son las apps que emplean el servicio de geolocalización del móvil, como los mapas o las utilidades de GPS para la conducción. Este tipo de programas sigue utilizando dicho servicio aun cuando se tienen en segundo plano, lo que puede afectar a la duración de la batería. El brillo automático ahorra batería Aunque a primera vista pueda parecer que el ajuste automático del brillo de pantalla ayuda a ahorrar batería, porque adapta el brillo a las circunstancias externas, lo cierto es que no. Se ahorra mucha más batería ajustando de forma manual el brillo de la pantalla al nivel más bajo posible que sea confortable, que dejando que el teléfono lo haga solo, puesto que eso implica tener un servicio analizando de manera constante la situación exterior de luz para poder ajustar el brillo de pantalla como corresponde. Solo se puede usar el cargador que viene con el móvil Cuando se adquiere un móvil, éste incluye un cargador para enchufarlo a la corriente. Pero es habitual necesitar uno más: para el trabajo, para el coche, etc. En contra de lo que se pueda oír o leer, es posible usar cargadores que no sean el que venía con el terminal o incluso uno oficial de la misma marca. Lo importante es utilizar un repuesto de una , aunque no sea la misma del teléfono. Es comprensible que un cable que cuesta dos euros sea más atractivo que uno que vale diez, pero también es imposible quemarca conocida el primero haya pasado por los mismos controles de calidad y seguridad. Y cuando se habla de dispositivos electrónicos enchufados a corriente, que pueden tener consecuencias serias si no funcionan bien, toda precaución es poca. No es bueno cargarlo por la noche, se sobrecarga Relacionado con este tema, también conviene poner fin al mito de que no se puede dejar el móvil cargando toda la noche por temor a una sobrecarga. Los sistemas operativos móviles de hoy en día saben cuándo el dispositivo está cargado y dejan de enviarle corriente a la batería cuando está llena. El único punto que hay que tener en cuenta es el calentamiento, pero mientras el terminal esté en un lugar fresco, no habrá problema.
Fuente: 20minutos