Los derrames petroleros en Venezuela representan uno de los problemas ambientales más serios del país y siempre ha estado presente en muchos ecosistemas, principalmente en el Lago de Maracaibo, lugar con una importante actividad petrolera y donde las principales fuentes de derrames están asociados a fallas en la infraestructura de los pozos petroleros, estimándose volúmenes de derrame de hasta aproximadamente 100 barriles, lo que convierte a estos hechos en graves amenazas a los procesos ecológicos y antrópicos que ocurren el Lago y en cualquier otro lugar afectado por el petróleo.
El biólogo José Castañeada señala que los principales daños son los siguientes: “el impacto ambiental a los ecosistemas que reciben el derrame, ya que los mismos se ven totalmente alterados negativamente, manifestándose en daños a la vida acuática, terrestre, flora, contaminación de aguas subterráneas, tierras fértiles, afectación a la salud humana, entre otras. Además están las consecuencias sobre la actividad económica de las pequeñas comunidades pesqueras debido a la afectación de sus materiales, maquinarias y equipos de pesca producto de la impregnación por parte de estas sustancias”.
El investigador quien ha participado como científico en la atención, evaluación y diagnóstico del impacto ambiental de sustancias petroleras y la recuperación de ecosistemas contaminados por derrames de hidrocarburos en varios lugares de Venezuela, propone a la biorremediación como una solución que pudiera ser efectiva, especialmente en ecosistemas acuáticos como el Lago de Maracaibo o las costas marinas que han venido sufriendo graves daños.
¿Qué es la biorremediación?
Castañeada afirma que para poder monitorear los procesos de recuperación de los ecosistemas afectados es necesario involucrar a la comunidad científica venezolana e implementar el conocimiento que muchos de estos profesionales están desarrollando en el campo de la biotecnología, como lo es la bioremediación: “que representa una alternativa de gran potencial para ser usada en ambientes contaminados con petróleo u otros hidrocarburos en Venezuela, ya que por medio de esta tecnología se estimula el crecimiento de determinados microbios que usan los contaminantes como fuente de alimento y energía, disminuyendo así la concentración de estas sustancias en los ecosistemas impactado”.
Por esta realidad, el licenciado en biología ha destinado parte de su carrera profesional a estudios de laboratorio y de campo, sobre la viabilidad del uso de consorcios microbianos para la biorremediación de ambientes contaminados con hidrocarburos, contando además con una formación técnica en ámbitos nacionales e internacionales sobre gestión de accidentes que involucren el derrame de estos contaminantes en los mares y aguas costeras.
Castañeda informa que si bien es cierto que el Estado cuenta con mecanismos y métodos de respuesta para la contención de derrames, “estos han demostrado no ser lo suficientemente efectivos al momento de ser aplicados, y más allá del proceso de contención y recolección de hidrocarburos, en el país deben mejorarse las actividades de monitoreo sobre el proceso de recuperación de estos ecosistemas impactados”.
Prensa Cresta Metálica