“Es probable que ninguna de las vacunas busque aprobación en los Estados Unidos antes de fines de octubre”. La frase corresponde a Bill Gates, fundador de Microsoft y quien se ha convertido en un emblema de la lucha contra el coronavirus Sars-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19. El empresario y filántropo no es optimista respecto a la posibilidad de que se encuentre una cura efectiva y preventiva contra la pandemia y arriesgó que sólo uno de los ensayos que están en fase final podría conducir a una verdadera inmunidad.
Gates, quien ha donado millones de dólares en el desarrollo de una cura contra el coronavirus, indicó que ve difícil que una salga a la luz antes de fin de año y que si eso ocurriera sólo una de las candidatas podría alcanzar la meta: la de Pfizer. “La única vacuna que, si todo va a la perfección, podría solicitar la licencia de uso de emergencia a finales de octubre, sería la de Pfizer”, concluyó en una entrevista por teleconferencia con la cadena televisiva CNBC.
“Creo que una vez que entremos, digamos, a diciembre o enero, es probable que al menos dos o tres busquen la aprobación, si realmente son efectivas. Y entonces tenemos estos ensayos de fase tres que están en curso. La única vacuna que, si todo sale a la perfección, podría solicitar la licencia de uso de emergencia a finales de octubre, sería Pfizer”, pronosticó.
Las otras dos a las que se refiere Gates son la que está desarrollando la empresa Moderna y aquella más extendida, la de la Universidad de Oxford -que ayer anunció que retomaba las pruebas- en conjunto con el laboratorio AstraZeneca. Respecto a la efectividad que pudieran tener estas vacunas, el presidente de la Gates Foundation -que conduce junto a su esposa Melinda- se mostró optimista ya que demostraron en las anteriores fases que había desarrollado inmunidad en los voluntarios que se sometieron a los ensayos experimentales.
Esa fundación posee acciones en Pfizer, pero también en otras compañías que están desarrollando vacunas, pero en etapas más tempranas, como Johnson & Johnson y Merck.
Respecto a los temores surgidos a partir de que las dosis podrían aprobarse antes de ser seguras -como ocurre en otros países-, Gates se mostró confiado en que las empresas de laboratorio ya anunciaron que no pedirían la autorización a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a menos que tengan absoluta certeza de que no generarán daño alguno en el organismo y serán efectivas contra el COVID-19.
En algunos círculos existe la sospecha de que los permisos podrían ser otorgados sin la seguridad que requiere un lanzamiento de esta envergadura. Pero el fundador de Microsoft se manifestó tranquilo en ese aspecto: “La buena noticia es que las principales compañías de vacunas dijeron hoy que no solicitarán ni siquiera la licencia de uso de emergencia hasta que tengan una prueba de eficacia. También tenemos que seguir todos los pasos de seguridad para que las personas sientan que quieren participar en la aplicación de esta vacuna”.
En otra entrevista concedida al sitio STATNews, Gates también cuestionó el tratamiento que dio la Casa Blanca a la pandemia. “Sabes, esta ha sido una situación mal gestionada en cada paso del camino. Es impactante. Es increíble, el hecho de que estemos entre los peores del mundo».
Cuándo terminará la pandemia
Gates vaticinó que probablemente será a finales del próximo año cuando los Estados Unidos salga de la pandemia del coronavirus. En una entrevista reciente con Bloomberg, adelantó que fuera de territorio norteamericano, podría incluso llevar más tiempo, estirando la inestabilidad sanitaria y financiera hasta el 2022.
Según sus estimaciones, “para el mundo rico, deberíamos ser capaces de acabar con esto (el COVID-19) para finales de 2021, y para el mundo en general para finales de 2022”. Y agregó: “La respuesta más fuerte probablemente vendrá de la subunidad de la proteína. Con tantas compañías trabajando en ello, podemos permitirnos bastantes fracasos y aún así tener algo de bajo costo y larga duración”.
Por mucho que a la gente le gustaría volver al trabajo, o a la escuela, o a la iglesia, o donde sea, “el verdadero fin vendrá de la propagación natural de las infecciones y de la vacuna que produzca la inmunidad de rebaño”, dijo el fundador de Microsoft.
Días atrás, en entrevista con Wire, Gates explicó que una de las razones por las que en EEUU aún se está lejos de una nueva normalidad es la manera en que se testea. “La mayoría de las pruebas de coronavirus en EEUU son un desperdicio, completamente basura”. Para él, en la mayoría de los casos los resultados no llegan a tiempo para que los infectados cambien su comportamiento para evitar infectar a otras personas.