La versión que testigos afirman dio origen a la masacre de San Félix, donde siete personas fueron asesinadas y otras tres heridas, es el enfrentamiento entre bandas armadas por el control de los mercados en Ciudad Guayana estado Bolívar.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el Ministerio Público llevan las investigaciones por el caso de las siete personas asesinadas la mañana del domingo 21 de julio, en una parada de autobús en San Félix, estado Bolívar. Hasta ahora hay 15 detenidos, pero ninguna autoridad se ha pronunciado por este hecho.
Las 15 personas detenidas forman parte de las averiguaciones. El Cicpc estaría tras la pista de la banda de alias Zacarías, cuyo líder llevaba meses en la zona, aunque el grupo pertenece al sector El Perú, en el municipio El Callao.
Las reacciones de ciudadanos y dirigentes en la región coinciden en que, lo que hoy se conoce como lo masacre de San Félix, evidencia cómo grupos irregulares armados toman cada vez mayor fuerza en la entidad.
Testigos describieron el suceso como “una matazón”, una película del lejano oeste o una serie de Pablo Escobar.
La masacre de San Félix ocurrió este 21 de julio, curiosamente el Día del Niño, donde un menor de un año de edad no solo perdió a su madre, quien fue una de las asesinadas, también estuvo a punto de morir herido en su pierna derecha.
Hasta este martes, familiares esperaban por la entrega de los cuerpos de las víctimas.
Hay dos hipótesis por el caso: la primera tiene que ver con la disputa de bandas por el control de los mercados municipales de Ciudad Guayana, pues son los grupos irregulares armados los que se han apoderado de estos espacios, ejerciendo su “autoridad” para cobrar vacunas a los comerciantes. La otra hipótesis se relaciona con una presunta venganza de alias Zacarías, un ajuste de cuentas.
Testigos y quienes hacen vida en la zona, el sector La Gallina, aseguran que el ataque iba dirigido a una persona en específico, pero habría logrado escapar. Se desconoce si entre los asesinados o heridos hay algún involucrado con una banda armada.
“La masacre de San Félix es parte de las masacres que se han venido dando en el estado Bolívar, no es un hecho aislado. Esto confirma que Bolívar está en manos de grupos irregulares, no existe Estado. Lo grave es que este tipo de violencia ya no solo ocurre en zonas mineras, sino que se han trasladado grave y peligrosamente a grandes centros poblados, como San Félix”, advirtió el dirigente de La Causa R, Andrés Velásquez.
Control de los mercados
No es la primera vez que ocurre un hecho similar en San Félix. Esta vez fue en la parada El Mirador, en el sector La Gallina; pero meses atrás fue en la Calle Ramírez, en pleno centro de San Félix, donde fue asesinado un comerciante. En ambos casos, testigos señalaron a los mal llamados “colectivos” como los responsables, en un enfrentamiento por que grupo se queda con el control de los mercados.
Pero a ello se suma la ocupación que ha tenido el pranato minero en Ciudad Guayana. Ya no es solo en las minas al sur de Bolívar, el auge con la compra y venta de oro ha hecho que estos grupos migren a la ciudad. Centro comerciales en Puerto Ordaz son parte de su centro de operaciones.
“Lo que se temía está pasando: grupos irregulares pasando del monte y la montaña, y ya se están concentrando en las urbes. Lo que pasó ayer [23 de julio] lo venimos denunciando desde 2013 cuando estábamos en el Consejo Legislativo con la masacre de Guasipati, luego en Tumeremo, lo que pasó en Gran Sabana, lo que vive día a día los sectores populares de San Félix, pero esta vez fue en vivo, como si estuviéramos viendo una película”, denunció el diputado a la Asamblea Nacional, Rachid Yasbek.
De este hecho llama la atención que los atacantes no solo usaron armas cortas, también armas largas que solo deberían tener las Fuerzas Armadas.
“Siempre hay un mercado negro, ya ni tan negro, de las armas y municiones, pero lo más preocupante de todo es que hasta ahora no ha habido pronunciamiento de ninguna autoridad, si no es por el periodismo activo en la región, o el popular, eso hubiese pasado por debajo de la mesa”, acotó el parlamentario.
Yasbek cuestionó que en el estado Bolívar el poder lo ejerce el que tenga más armas, pues recordó que mientras estudiantes y trabajadores son apresados por protestar, o los diputados perseguidos por la policía política, contra los grupos paramilitares aplica “no se sabe nada y nadie se pronuncia, ni siquiera hemos tenido información de que la Defensoría se haya abocado a prestar apoyo a lo familiares”, reseñó Crónica Uno