La felicidad en sus rostros supera cualquier emoción. Los padres de un pequeño warao se sienten bendecidos por Dios de poder volver a besar y abrazar a su hijo después de cuatro años de incansable búsqueda.
Nathalia del Carmen Núñez de 33 años y su esposo Franklin Cardona de la misma edad, nunca perdieron la fe y la esperanza de reencontrase con su hijo que les fue arrebatado bajo engaño, según explicaron. Para ellos verlo nuevamente significó volver a la vida.
Después de nueve meses de espera para ver a su criatura, fue poco lo que los progenitores pudieron compartir con su hijo recién nacido. El 12 de marzo de 2013, cuatro días después de la llegada de su bebé, una mujer le habría quitado el niño a Nathalia.
La madre jamás olvidó ese rostro con la firme esperanza de que la volvería a ver, y así fue.
Pasaban los años y la preocupación por no saber cómo se encontraba el pequeño aumentaba. “No sabíamos si comía, no sabíamos dónde estaba durmiendo, si lo estaban tratando mal, pero Dios es grande”, expresó la abuela que forma parte de la comunidad warao que está radicada desde hace más de una década frente al terminal Big Low Center, justo en la área de los estacionamientos.
Desde hace ocho años Nathalia del Carmen Núñez vive allí con su esposo, su hija de ocho años y el resto de su comunidad. Por ser el cacique de su núcleo, Franklin Cardona se esfuerza por “llevar el pan”. Le pagan por cuidar esa zona y además trabaja como “caletero” en el terminal terrestre.
Sorpresivo encuentro
Luego de cuatro años ambas mujeres -sin saberlo- coincidieron en llegar a las cercanías de la Plaza Monumental. Eran las 8 de la mañana del viernes cuando Nathalia estaba con su esposo en ese lugar.
Ella no dudó, estaba viendo a la mujer que al parecer le quitó al bebé, estaba frente a una reconocida cadena de farmacias frente a Plaza de Toros, inmediatamente le dijo a Franklin.
Permitir que se les perdiera de vista no era una opción, por eso el padre decidió seguirla hasta la unidad de transporte público; mientras él se aseguraba de mantenerla ubicada, su esposa se dirigió rápidamente a los funcionarios de la brigada motorizada de la Policía de Valencia.
La inevitable confrontación
Los agentes abordaron a la sospechosa, con ellos también estaban los padres. “¡Para ver tu cédula!”, le dijo Nathalia a Deisabel Estefani Mendoza Prada (26). “Yo la vi y sabía que era ella, no olvidé su cara ni su nombre”, continuó narrando la feliz madre.
Deisabel, quien supuestamente se llevó al bebé, dijo que la madre le había regalado al menor de edad, hipótesis que Nathalia desmintió. Sin embargo, serán las autoridades quienes esclarezcan el caso.
“Yo la tengo… no la tengo, pero sé dónde está”, fue lo que dijo Mendoza luego de ser interrogada por la comisión actuante que buscó a la criatura en el sector Bucarito, en el municipio Carlos Arvelo.
En la sala de la casa estaba el niño que hace cuatro años fue alejado de su seno familiar. El reencuentro fue memorable. “Ya lo vimos, lo abrazamos” comentaron los padres visiblemente emocionados. Para este lunes se espera que se les practique la prueba Ácido Desoxirribonucleico (ADN) para confirmar científicamente su vínculo filial, pero están ansiosos por que su pequeño regrese a ellos. “Queremos que nos los entreguen lo más pronto”, comentaron.
Engatusadora de postín
De acuerdo con la explicación de Nathalia Nuñez, la mujer que al parecer se robó a su bebé lo planificó todo. La entrevistada recuerda que la ahora investigada se habría identificado como representante de una institución pública para poder acercarse a ellos.
La sospechosa visitó a esta familia en cinco ocasiones. Se presentó como funcionaria pública y les prometió a la pareja la adjudicación de una casa para garantizar su derecho a la vivienda.
La última visita fue la sexta. En esa oportunidad conversó con Nathalia y le pidió que realizará una gráfica a toda su familia, pero se ubicaron a varios metros de distancia del lugar donde ellos acostumbran estar, allí se quedó el menor dormido en la hamaca.
La mujer llevaba una chaqueta grande que habría aprovechado para ocultar al bebé. La madre regresó al lugar y un familiar le dijo: “Tu hijo no está”. Desesperadamente corrió hacia el lugar donde dejó al pequeño y lo confirmó.
Al enterarse, todo el grupo se dispersó en los alrededores del amplio espacio y varios de ellos lograron ver a la mujer huyendo. No lograron alcanzarla porque al parecer se habría ido en un vehículo.
Al día siguiente los padres formularon la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en Plaza de Toros.
Notitarde
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