Ya la jornada laboral había concluido para José Antonio Semeco Leal de 41 años de edad. Era viernes 5 de julio de 2019 y darse un gusto íntimo no caía mal.
Contactó a “una jovencita”. La misión era relajarse y pasarla bien, una “pastillita azul” (potenciados sexual para hombres) no caería mal si la idea era disfrutar y que nada fallara.
Sus labores como mecánico y como vendedor de repuestos se quedaron en su negocio ubicado en la carrera 28 entre calles 42 y 43 de la capital musical de Venezuela, como se conoce a Barquisimeto, estado Lara, al centrooccidente del país.
Con “la jovencita” -como la describe el medio local La Prensa de Lara-, José Antonio se trasladó hasta el Hotel El Aeropuerto, ubicado en la avenida Los Horcones, al Oeste de Barquisimeto.
Era de noche. En el lugar alquilaron una habitación, sin saberlo, ese sería su último escape.
Ya dentro de la habitación, José Antonio se tomó “la pastillita”. Minutos después, ya en plena acción con “la jovencita”, la emoción desbordó su corazón, y la tensión fue de tal magnitud que sufrió un paro cardíaco fulminante.
Se presume que del susto, su acompañante -aún sin identificar por los cuerpos policiales- salió despavorida del dormitorio. El Cuerpo de José Antonio quedó en el sitio y no fue hallado sino hasta el día siguiente -sábado-, cuando personal del hotel encontró su cadáver.
Las autoridades se trasladaron al sitio, entre ellos detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Horas más tarde, la autopsia confirmó que José Antonio Semeco tenía problemas cardíacos, un dato importantísimo que quizá él no sabía o decidió obviar, reseña LaIguana.TV