Javier Atencio (22), alias el «Guajiro», huyó luego de abandonar el cadáver de Ana Isabela Sulbarán, de siete meses, en su cuna. La Policía espera el resultado de la necropsia para descartar la violación de la bebé. Presentó hematomas en el abdomen
A Ana Isabela Sulbarán Jiménez, de siete meses, la molió a golpes su padrastro, Javier Atencio (22), apodado el «Guajiro», la acomodó en su cuna, la arropó con una sábana rosada, le pidió a sus familiares que no hicieran ruido para no despertar a la bebé y se marchó de la casa, en la calle 33 A, del barrio Balmiro León I, al oeste de Maracaibo.
«Yo no quería que mi bebé se quedara con Javier, por eso le dije a la hermana que la cuidara, pero ella se la entregó», se justificaba ante los periodistas Emeli Sulbarán (25), madre la víctima, mientras esperaba en la morgue forense la entrega del cuerpo.
En un rincón del estacionamiento, la comerciante recordó que salió a trabajar el pasado sábado en la mañana en el centro de la ciudad y dejó a la bebé al cuidado de su cuñada, una adolescente. En la tarde, el «Guajiro» se encargó de ella.
Un testigo declaró a la Policía que el muchacho bañó a la bebé, le dio un tetero y se metió al cuarto con ella. A los minutos, salió y les dijo que la dejaba dormida. Se marchó de la residencia sin decir cuándo regresaba ni hacia dónde iba.
Sorpresita
A las 4.00 de la tarde arribó Sulbarán a la casa de su suegra. Como la niña dormía, se marchó para donde una vecina, quien festejaba el Día de la Virgen del Carmen.
Media hora más tarde, la madre del «Guajiro» entró a la habitación y se percató de que Ana no respiraba. Desesperada, el ama de casa le pidió ayuda a la vecina, quien al corroborar que estaba muerta, corrió a avisarle a la madre.
Sulbarán llevó a la niña a la emergencia Pediátrica del Hospital Universitario, donde los médicos certificaron su deceso. El cuerpecito, de unos 50 centímetros, presentaba hematomas en el abdomen.
Los médicos alertaron a la Policía científica del homicidio. Una comisión acudió al sitio e interrogó a Emeli y a su suegra. Presuntamente, Ana Isabela presentó signos de violencia sexual. Se espera que el médico forense corrobore esta información.
Ayer, a las 11.00 de la mañana, el pequeño cuerpo ingresó a la morgue forense. Mientras la madre lloraba, un familiar le repetía: «No lloréis, si a vos no te importaba la bebé».
La comerciante comentó que tenía cuatro meses de amores con Atencio. Lo describió como violento, pero delante de ella no maltrataba a sus tres hijos. «A mí sí me pegaba, pero con mis hijos no se metía. Nadie sabe dónde está, se fue sin su ropa».
Íngrid, madre de Atencio, desconocía el paradero del mayor de sus seis hijos. «Muchas cosas me pasan por la cabeza, yo no sé si él la mató, porque yo no me enteraba de lo que pasaba en ese cuarto».
Crueldad
Hace 16 días, violaron y asesinaron a Dayeinis Benítez, de 18 meses. Su padrastro Javier Mora (19) y su madre, una adolescente de 16 años, están detenidos. La mujer consentía las agresiones en contra de la bebé, en el barrio Santa Inés, parroquia Antonio Borjas Romero.
«Yo no quería que mi bebé se quedara con Javier, por eso le dije a la hermana que la cuidara, pero ella se la entregó».Emeli Sulbarán. Madre de la víctima
Se presume que la golpearon con un objeto contundente en el abdomen. Se estima desprendimiento de órganos
Karoline Valladares/La Verdad